Los docentes autoconvocados siguen de paro y la protesta del sector cobra cada vez más fuerza. Exigen un aumento de $20.000 al básico y en un solo pago. APROSLAR hace un paro de 24 horas este jueves y otro de 72 horas la semana que viene y ATSA anunció un paro parcial para este viernes.
A punto de terminar el primer semestre del año el gobierno de Ricardo Quintela tiene dos frentes abiertos de conflicto en materia de reclamos salariales.
La escalada inflacionaria que golpea al país y en particular al bolsillo de los trabajadores dejó casi estéril al aumento salarial del 52% que a fines del año pasado la Provincia había anunciado para todos los estatales a cobrar durante este 2022.
Casi desde el inicio mismo del año, los reclamos salariales se hicieron sentir particularmente en los dos sectores más sensibles para cualquier gobierno: Salud y Educación.
En Educación hoy el problema que desvela al Gobierno es el reclamo creciente de los docentes autoconvocados. Se trata de un numeroso grupo de docentes que si bien están afiliados a distintos sindicatos del sector, no se sienten representados por esas organizaciones y por eso salieron a impulsar sus demandas salariales en calidad de “autoconvocados”.
Los docentes autoconvocados rechazaron el reciente aumento salarial que el Gobierno firmó con el gremio paritario AMP y exigen un incremento de 20.000 pesos al básico y a pagar en una sola cuota.
La protesta de los autoconvocados crece día a día y nuclea cada vez a más docentes que están disconformes con el aumento dispuesto por la Casa de las Tejas. El sector está de paro y la medida de fuerza es por tiempo indeterminado. La huelga de los autoconvocados se cumple con alto acatamiento en las escuelas y eso envalentona al sector que insiste en reclamarle al Gobierno un lugar en la mesa paritaria.
Días atrás, el Gobierno anunció un aumento de 15.000 pesos por cargo, remunerativos y no bonificables y que se pagará en tres partes: $5.000 en junio, $4.000 en agosto y $6.000 en septiembre. Con este incremento, el sueldo inicial por cargo llegará a $69.600 en septiembre y el aumento anual acumulado alcanzará el 54%.
Desde el Gobierno argumentan que casi el 70% de los docentes tienen más de un cargo por lo que sostienen que, a septiembre, un docente habrá recibido un aumento de $32.000 por cargo y que la mayoría del sector percibirá 64.000 pesos de incremento por el hecho de tener dos cargos.
En Salud el escenario también es complejo. Los profesionales de la salud mantienen medidas de fuerza desde hace varios meses y solo las suspendieron a principios de mayo pasado cuando el Gobierno los convocó al diálogo, una instancia que no prosperó porque la Casa de las Tejas dilató una respuesta al sector y el gremio APROSLAR se cansó de esperar y decidió volver a las protestas.
En APROSLAR sostienen que los sueldos de los profesionales de la salud fueron los que más sufrieron el impacto inflacionario y la pérdida del poder adquisitivo y por eso exigen una recomposición que equipare los salarios al nivel de la inflación.
En ese marco, la gremial médica anunció un paro total de 24 horas para este jueves y otra huelga de 72 horas para el 28, 29 y 30 de junio. Además, el gremio decidió seguir adelante con los paros parciales de dos horas por turno.
En el caso de la Salud, el aumento dado por el Gobierno es el mismo que el anunciado para todos los estatales más un 3% extra. Esa mejora consiste en adelantar el incremento salarial de agosto a julio y otorgar un aumento de 4.000 pesos a la quincenita más una suma porcentual con la cual se totaliza una mejora que rondará entre un 12% y un 15% según la categoría de cada trabajador. A eso, el Gobierno le suma un 3% extra. Pero para APROSLAR la mejora es insuficiente.
Por último, también está de paro ATSA, el gremio que nuclea a los trabajadores de la sanidad, en su mayoría, trabajadores no profesionales. ATSA anunció para este viernes un paro de brazos caídos de dos horas por turno en los lugares de trabajo. El gremio exige un incremento del 40%.
Desde ATSA analizan complementar el paro con movilizaciones en las distintas zonas sanitarias y a la vez continuar el plan de lucha con otras medidas de acción directa, entre ellas, paros sorpresivos, quite de colaboración, paros parciales y sentadas.
