Las formas y procesos de comunicar o transmitir han modificado sus dinámicos flujos y con ello se caen las formas prejuiciosas de abordar los temas sexuales. El espectáculo unipersonal que brinda la Licenciada Cecilia Ce parece ser el compendio perfecto para confirmar como fenecen algunos tabúes y mitos en torno de vincularse sexoafectivamente con otra persona.
Con una fuerte presencia femenina entre los espectadores (el 90 por ciento de la capacidad de la Sala Coty Agost Carreño fue colmado por mujeres) la psicóloga y sexóloga Cecilia Ce desplegó un show de dos horas que tiene la particularidad de cumplir con tres ejes fundamentales: instruir, entretener y educar. Esta presentación en La Rioja forma parte de una gira nacional que ya lleva varias funciones en distintas provincias, tanto del sur como del norte argentino.
En las horas previas al show, la licenciada dio entrevistas a varios medios locales, y calificó al espectáculo como “espontáneo”, la idea del show que nació “sin un solo ensayo”, y que sorprende con un aluvión de buena información sobre sexo, con la cuota de humor necesaria para descontracturar y entregarnos conocimientos de una forma amena.
En sus dos libros con temáticas sexuales, Cecilia ha ido construyendo un léxico que se ha viralizado rápidamente entre sus seguidores de redes sociales. Términos como “vinculear”, “clete” o “bulvagina” que más allá de que parezcan un juego de palabras, sirven para especificar conceptos ligados al entorno de las prácticas sexuales, que tiempo atrás carecían de una precisa definición.
En el amplio universo de la sexualidad, la profesional traza un mapa que comprende a todos los géneros y colectivos, con la premisa fundamental del acuerdo con un diálogo edificante, a fin de que la búsqueda del placer tenga óptimos resultados dentro de ese constructo donde tienen lugar la seducción, el erotismo y la “complicidad” bien entendida.
Ante el público, la licenciada Ce deja en claro que más allá de la autosatisfacción, “buscamos tener sexo porque somos seres de contacto”. La búsqueda de un otro en la intimidad será el reflejo de rastrear no solo nuestra propia autoestima, sino también el logro de un vínculo de placer y plenitud.
