En la zona de Juan Caro, a 15 kilómetros al noroeste del microcentro de la ciudad de La Rioja, las Cascadas de Abrastain y Saurral, representan un plan para cualquier día en vacaciones, si te gusta el turismo y deporte aventura.
Las y los aventureros pueden llegar en vehículo hasta el puesto de control municipal, desde donde comienza una caminata que no es demasiado exigente para quienes cuentan con cierta preparación física que permita afrontar 6 kilómetros de camino ascendente. Para quienes decidan no emprender la travesía, se pueden quedar a disfrutar del clima y naturaleza silvestre de Juan Caro.
El camino hacia la cascada de Abrastain y Saurral es de menor a mayor. Se asciende desde los 600 hasta los 1800 msnm. En esta oportunidad, con El Péndulo elegimos la Cascada de Abrastain, una de las atracciones que tiene la ciudad de La Rioja en este verano y durante todo el año.
Jilgueros, Cabecitas, Ladrillitos, Diucas; también sobrevolaron ocasionalmente algunos Zorzales, Reina Moras y Cardenales; aunque estas aves selectas se ven y escuchan con claridad más arriba, en la montaña, pasando la cascada.
Asimismo, además de la fauna, la flora es imponente en esta serranía que, según los conocedores de senderos, en línea recta te lleva al Dique de Los Indios, en Sanagasta; pero ese camino será otra historia a recorrer; ahora seguimos subiendo a la Cascada de Abrastain.
El agua está presente en toda la subida, entubada por canales y sifones y en el mismo lecho del río, en este tiempo con poca agua, pero siempre acompañando a las y los caminantes, lo que se convierte en algo imprescindible para refrescarse y renovar energías.
El camino es un sendero pedregoso, con tierra en algunos tramos y completamente verde y húmedo. Para tener una idea, estar allí representa 10 grados menos que en el cemento urbano de la ciudad Capital, lo que alienta la travesía.
¡Llegar a la Cascada de Abrastain, es mundial! La gente contempla, disfruta y se sumerge en el agua. Obviamente, El Péndulo también se zambulló en esas aguas.
Es imprescindible cuidar estos lugares que son de todas y todos los riojanos, y también de cada visitante que llega a La Rioja.
La Cascada de Abrastain, un lugar para conocer y vivir a pleno. Con mate, agua y lo que quieras; aunque siempre conscientes de lo que La Rioja tiene para ofrecer al país y al mundo.
