Un buen día para cambiar

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El Pendulo
Periodista

La victoria de Arabia Saudita sobre Argentina (2-1) dejó preocupación de cara a la clasificación de la Selección; aunque también, y es lo más importante, es conocer cómo trabajará Scaloni en posibles modificaciones en el equipo titular. Arabia lo esperó, utilizó sus sistemas al máximo y cuando pudo marcar diferencias, lo hizo. Por eso ganó y ahora cambió las perspectivas de todo el Grupo C.

Por Carlos Vega. Periodista

Al partido lo vimos todos. Podrá gustarnos unos más que otros, pero lo cierto es que Argentina fue de mayor a menor, y cuando llegó a su nivel más bajo, producto de haber recibido 2 goles en 5 minutos, no pudo revertir la situación ni mucho menos recuperar el juego que en el primer tiempo le dio superioridad futbolística.

Un inicio protagónico y cauto en el dominio del partido llevó a Argentina ponerse rápidamente en ventaja con un penal, detectado por el VAR, y anotado por Lio Messi. Esta diferencia motivó el engranaje del juego argentino, porque Arabia no atacó y la «Albiceleste» aprovechó para generar situaciones de gol. Creó 3, que terminaron en la red, pero el VAR, por mínima posición adelantada de Messi y Lautaro Martínez en dos ocasiones, no le permitió al equipo de Scaloni irse goleando en la primera etapa.

En el segundo tiempo cambió todo. Llamó la atención que Argentina haya dejado que Arabia le tomara la pelota y en dos jugadas aisladas, la primera a los 3′ con una escapada que Romero no pudo contener ni evitar el remate de Saleh Al-Shehri para marcar el empate; y después a los 8′, Salem Al-Dawsari capturó la pelota en el área y ante la marca de Romero, Molina y De Paul, sacó un derechazo al ángulo inatajable para Martínez. De ahí en más, fue todo para Arabia Saudita. Si bien no atacó más, Argentina no generó nada. Solo atacó y buscó con centros vulnerar la cerrada defensa asiática. Las ideas no se concretaron y los sudamericanos sucumbieron ante su desesperación y desconcertado juego que solo ratificó el gran triunfo saudita.

Argentina no fue lo que de Argentina se esperaba. Jugó bien en la primera etapa y mal en la segunda. Arabia no fue más, pero marcó la diferencia de la nada, aguantó y con la desesperación del rival supo ganar el partido. Es preciso destacar que Arabia Saudita no arriesgó en jugar al offside, sino que utilizó su sistema. Esta vez le salió bien.