El abogagdo de la familia, Fernando Burlando, confirmó que el procedimiento permitió la extracción de «mucho material que oportunamente fuera inyectado» a la modelo, que será «motivo de pericia» en los próximos días.
La autopsia al cuerpo de Silvina Luna, ordenada por el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 60, Luis Alberto Schelgel, finalizó este lunes en la Morgue Judicial y permitió la extracción de «mucho material que oportunamente fuera inyectado» a la modelo y actriz fallecida el jueves pasado y que será «motivo de pericia», según confirmó el abogado de la familia, Fernando Burlando.
El procedimiento había comenzado finalmente alrededor de las 10 tras la ratificación del pedido por parte del juez Schelgel, luego de que Burlando solicitara «que se postergue» la autopsia hasta que se cumplan «todas las garantías» procesales y sean notificadas las partes.
«Fue una diligencia como se realiza habitualmente», precisó el abogado en declaraciones a la prensa finalizado el procedimiento, que la familia observó desde afuera de la mesa forense por «razones de bioseguridad» y «sin peritos de parte por el momento».
«Se llevó adelante preservación de los riñones y demás órganos y se extrajo mucho material que oportunamente fuera inyectado a Silvina, que será motivo de pericia», agregó Burlando, que representó a Luna en el juicio que concluyó el año pasado con la condena del médico Aníbal Lotocki a cuatro años de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación por «lesiones graves» en perjuicio de su clienta, de Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
Según expresó Burlando, el fallecimiento de su defendida ameritó la presentación de «una nueva denuncia» por parte de la familia, en la que su hermano Ezequiel Matías Luna se constituyó como particular querellante y solicitó que «se castigue al responsable con el máximo legal».
«Silvina se fue sin tener una respuesta de la justicia, fueron muchos años litigando. Tenemos una justicia que no se pone en ningún momento en el lugar de las víctimas, le vamos a dar la oportunidad de que se reivindique y haga una investigación seria», expresó el letrado.
En el escrito, el hermano de la actriz denunció que Lotocki implantó en el cuerpo de Luna «un producto de relleno que contenía microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) en lugares del cuerpo donde no estaba permitido su uso totalmente prohibido y en cantidades superiores a las sugeridas por la ciencia médica».
«El fallecimiento de Silvina no es una muerte natural, sino por el contrario se trata de una muerte violenta. Tampoco tengo duda alguna de que la muerte, precedida de una prolongada agonía, de años de sufrimiento y padecimiento físico y psíquico, guarda relación de causalidad directa con el accionar del sentenciado Aníbal Rubén Lotocki«, agregó en la presentación, a la que accedió la agencia Télam.
«Entiendo que el deceso de mi hermana se corresponde con una muerte violenta, es obligación de la justicia realizar con la celeridad del caso, todas las medidas necesarias para determinar las causas de la muerte y de esa forma dar una respuesta adecuada a las víctimas en mi caso familiar por ser el hermano de Silvina», abundó.
«Lotocki ocultó a Silvina en forma intencional las consecuencias posibles de la aplicación de sustancias de relleno, es más no documentó esta situación en su historia clínica, ausencia de consentimiento informado, documentos objeto de secuestro en su oportunidad en las constancias que surgen la causa Nro. 50.949/2015», se lee en otro párrafo de la presentación.
El titular de la Fiscalía N° 29 ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional, Sandro Abraldes, había solicitado a la Cámara Nacional de Casación que ordene la preservación del cuerpo para realizar la correspondiente autopsia el jueves pasado, el mismo día de la muerte de la mujer de 43 años tras permanecer casi tres meses internada en el Hospital Italiano como consecuencia de complicaciones propias de una insuficiencia renal luego de las prácticas estéticas que el médico Aníbal Lotocki le realizó en 2011.
Fuente: Télam