[ENVIADO ESPECIAL] El equipo de Martín Demichelis obtuvo la Supercopa Argentina tras ganar sobre el tiempo adicional 2-1 ante Estudiantes de La Plata, con un golazo al ángulo de Rodrigo Aliendro.
«Los goles se hacen, no se merecen». Esta tradicional frase futbolera le cabe al gran triunfo de River sobre Estudiantes de La Plata, porque «El Millonario» no estuvo a la altura de la final de la Supercopa, pero en 10′, con algo de suerte y un golazo de otro partido, River Plate sumó una nueva estrella.
Estudiantes hizo todo. Empezó mejor que River, le copó el medio campo y rápidamente fabricó un buen gol de cabeza de Javier Correa, que coronó una efectiva jugada colectiva.
River no encontró el rumbo de juego, ni tampoco la pelota, por lo que sumó situaciones aisladas que pudieron haber terminado en gol, pero además de fortuna, no tuvo buen juego para ser más en el partido.
Estudiantes le marcó toda la cancha y lo obligó a tirar pelotazos, abrir los espacios y fue allí donde el equipo que dirige Eduardo Domínguez controló y mantuvo la ventaja a su favor.
En el complemento, la historia se dio vuelta solo en el resultado, lo más importante…y fue a favor de River, el que menos generó para ganar.
«El León» manejó el juego, aguantó en los primeros 10′ del segundo tiempo, equilibró la tenencia de la pelota y volvió a ser dueño moral y anímico del partido.
Entre los 33′ y 47′, River lo dio vuelta. Pablo Solari ingresó al área y sacó un derechazo que se desvió en un defensor y descolocó al arquero Matías Mansilla para celebrar el empate. No fue justo, pero alentó la creencia de que la Supercopa se definiría por penales y esto aumentó la adrenalina dentro y fuera de la cancha.
Sin embargo, y cuando nadie lo esperaba, Rodrigo Aliendro recibió en tres cuartos de cancha, estiró la pelota y sacó un derechazo con destino final al ángulo de Mansilla. Desahogo y festejo de un nuevo título «Millonario».
No gustó, solo ganó y con dos goles encontrados, River es Campeón de la Supercopa Argentina.