En el reciente proceso de reforma de la Constitución de La Rioja, se consagró el derecho a la Renta Básica Universal. “Está probado en estudios internacionales que esto no va en detrimento de la empleabilidad de las personas” dice en diálogo con El Péndulo, Itai Hagman, diputado nacional de ‘Unión por la Patria’ por la Ciudad de Buenos Aires.
El legislador, economista y docente, agrega “esto ayuda a las personas que tienen trabajo; que cumplen tareas, que son cuentapropistas pobres, es decir, todas aquellas tareas que el mercado no remunera de manera suficiente”.
En la reformada Carta Magna de la provincia, el Artículo 24º establece que: “El Estado Provincial garantiza a sus ciudadanos, un ingreso mínimo básico universal destinado a satisfacer sus derechos humanos fundamentales. Este ingreso será fijado con criterios de justicia social y responsabilidad fiscal. Una ley reglamentará las pautas de asignación”.
“Es muy importante que la provincia de La Rioja haya dado rango constitucional a un tema que estamos intentando se debata a nivel nacional; que es, ni más ni menos, la necesidad de establecer la garantía de un ingreso mínimo o básico, para todas las personas que están en situación de vulnerabilidad en la Argentina, para evitar que ningún habitante de nuestro país esté por debajo de la línea de indigencia; con la que, habitualmente, se mide la canasta básica alimentaria. Es decir, buscamos asegurar el alimento básico para la subsistencia” sostiene.
“Nos parece que esto es un avance –prosigue- porque aparte de garantizar este derecho, se avanza con un debate en torno a la universalización de las políticas sociales, y que busca romper con los problemas de discrecionalidad o intermediación”.
“Está probado en estudios internacionales que esto no va en detrimento de la empleabilidad de las personas, ni de la creación de puestos de trabajo: porque no se trata de un ingreso que reemplaza o sustituye, sino que complementa garantizando un piso”, aclara.
En este sentido, el diputado puntualiza que “esto ayuda a las personas que tienen trabajo; que cumplen tareas, que son cuentapropistas pobres, es decir, todas aquellas tareas que el mercado no remunera de manera suficiente. Entonces, la idea base promueve al Estado, para que a través de esta política universal pueda garantizar que todas las personas tengan un piso de dignidad en su tarea”.
No existen casos de legislaciones sobre Renta Básica en países latinoamericanos. Aunque, en casi todos los países europeos existen bajo distintos nombres o denominaciones, mecanismos de transferencia de ingresos que se asemejan a una Renta Básica Universal. Tal instrumento financiero se usa para dar cobertura a la población en situación de vulnerabilidad económica o desempleo.
En los casos europeos, dichos mecanismos se implementan bajo un sistema de seguridad social. Respecto de este punto, Itai Hagman dice que “en el proyecto que presentamos, apuntamos a que el organismo de aplicación sea la Anses”.
“A mí me gusta pensar a este ingreso universal, como una forma de sumar a lo que en la Argentina ya son coberturas universales. Nuestro país tiene una cobertura previsional, prácticamente universal. Gracias a las políticas de inclusión, se logró que las personas adultas mayores tengan una jubilación”.
“Gracias a la AUH se logró que todos los niños tengan acceso a una asignación familiar, independientemente de si sus padres tengan empleo o no. Por ello, el ingreso o renta básica universal tiene por objetivo ampliar esa universalidad que ya contiene a los niños y adultos mayores. Entonces, proponemos extenderla a la población que tiene entre 18 y 65 años”, concluye.
