Recomendaciones para uso de repelentes

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El Pendulo
Periodista

Ante el fuerte brote de dengue que se registra en varias provincias del país, los repelentes contra mosquitos se convirtieron en un bien codiciado y pasaron a ser parte de la lista de productos de uso personal. 

Debido a que hay un importante brote de la enfermedad una de las medidas de prevención es el uso de repelentes para evitar las picaduras del mosquito Aedes Aegypti, pero al hacerlo deben adoptarse ciertos cuidados para que de ello no se deriven daños a la salud, sobre todo a aquellos individuos más vulnerables como niños, ancianos o personas con enfermedades respiratorias.

Existen dos grandes clases de repelentes: los de uso ambiental, que se utilizan sobre todo en el hogar y los de uso personal, que se aplican directamente sobre el cuerpo.

Cada uno de ellos presenta características esenciales, para ello se sugiere seguir una serie de consejos a tener en cuenta al momento de utilizarlos.

Los repelentes de uso personal se encuentran disponibles en el mercado en diversas modalidades como spray, loción, crema, gel y aerosol. Se elaboran sobre todo en base a dos diferentes principios activos: aceite de Citronella y DEET (dietil toluamida).

Se recomienda mantenerlos siempre fuera del alcance de los niños. Usar repelentes acordes a la edad de los niños y antes de utilizarlos, sobre todo en el caso de bebés menores de seis meses, es conveniente consultar al médico a fin de que indique la cantidad a ser aplicada, la frecuencia e inclusive la forma recomendable (crema, gel, etc.).

También hay que evitar la aplicación de repelentes químicos cerca de los ojos, nariz, boca y, sobre todo en el caso de niños pequeños, también en las manos. Es necesario ayudar al niño en la aplicación del repelente.

Evitar la aplicación excesiva y reiterada, y lavar diariamente la piel tratada con agua y jabón. No acostarse con repelentes sobre la piel. Lavar la ropa tratada antes de volver a usarla. No repetir aplicaciones con productos que han causado reacciones en la piel.

Luego de haber manipulado un repelente, no tocar alimentos sin haberse lavado previamente las manos y seguir las instrucciones contenidas en la etiqueta del producto.

En cuanto a los repelentes en aerosol, rociadores o vaporizadores No emplear repelentes en áreas insuficientemente ventiladas y no acercar el envase al fuego. No aplicar directamente sobre la cara: colocar primero una pequeña dosis en las manos y luego esparcirla en el rostro.

En cuanto a los repelentes ambientales, es importante tener en cuenta lo siguiente: emplearlo en la cantidad adecuada y aplicarlo únicamente en la forma indicada en el rótulo. Lavarse las manos luego de haber aplicado el producto.

Mientras que los productos con líquidos que se dispersan en el ambiente deben ser utilizados en ambientes ventilados y no aplicarlos en presencia de personas asmáticas o con alérgicas respiratorias. En el caso de aparatos eléctricos que llevan líquidos en su interior, tener la precaución de no cubrirlos y de no introducir objetos dentro de ellos.

En cuanto a las antorchas con líquidos en su interior el uso debe ser exclusivamente en exteriores, y nunca en el interior de la casa, debido a que estos productos suelen tener solventes orgánicos no acuosos, en caso de ingestión involuntaria o intencional nunca debe intentarse provocar el vómito.