Por Analía Yoma
En la sesión del Consejo Superior de la UNLaR, realizada el viernes pasado, se presentó la propuesta para que el cardiólogo riojano, Luis “Matatín” de la Fuente, sea considerado en la categoría de Premio Nobel de Medicina.
“Sus muchos laureles, no le quitaron el principal y genuino laurel de su humanidad, de su solidaridad, de su sencillez de tierra adentro, su bonhomía, su tonada orgullosamente norteña y riojana, su simpatía con todxs, sin los muros de persona importante que a veces crea el poder y la fama”, escribió hace unos días el secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Délfor Brizuela sobre el Dr. Luis de la Fuente luego de conocerse su postulación para el premio nobel de medicina, otorga la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
La iniciativa ingresó el viernes pasado en el Consejo Superior de la Universidad de La Rioja y enviado a las comisiones correspondientes. Es “Doctor Honoris Causa” de esta Casa de Altas Estudios desde 2003 y Profesor Honorario desde 2008. Las muestras de acompañamiento y respaldo para quien implementó el cateterismo coronario en el país no tardaron en llegar desde que se conoció la noticia. Uno de ellos, fue el llamado del gobernador Ricardo Quintela a quien le hizo hace unos años un cateterismo. El mandatario además de felicitarlo le transmitió que en su agenda de obras públicas están los proyectos de dos hospitales más para La Rioja: uno para la Capital y otro para Chilecito.
A sus 89 años, el médico conocido por “Matatín “de la Fuente, sigue operando mediante intervenciones mínimamente invasivas, diagnosticando y atendiendo, y lo consultan incluso por temas de clínica médica. Además, está escribiendo dos libros con sus discípulos “Los 50 años de la Hemodinámica y Cardiología Invasiva en Argentina”, pujante especialidad que introdujo en Iberoamérica desde fines desde 1965 vía el Sanatorio Güemes. “Tiene una vitalidad asombrosa y un metabolismo diurno y matinal. Despierta muy temprano, tiene disciplina por las intervenciones endovasculares y cardíacas que realiza”, relata su hijo Héctor de La Fuente.
Reconocido a nivel nacional e internacional, fue compañero de René Favaloro con quien se encontró en 1965 durante un congreso de cardiología, en Mar del Plata. En ese momento ambos habían llegado de EE.UU., con la idea de quedarse en el país. Luego de crear y cofundar el Departamento Cardiopulmonar en el Sanatorio Güemes, con Ezio Zufardi, junto a René Favaloro crearon el Departamento de Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Torácicas y Cardiovasculares que funcionó hasta 1993 en ese sanatorio.