En el Centro Comercial e Industrial (CCI) sostienen que durante enero y lo que va de febrero la actividad fue baja en el comercio minorista. Además, la entidad dijo que el sector debe afrontar una suba de los costos fijos (impuestos y salarios, entre otros) en un contexto de ventas en caída libre y con alta inflación.
En el sector comercial riojano hay una creciente preocupación por el bajo nivel de ventas minoristas.
Así lo expresó el presidente del Centro Comercial e Industrial (CCI), Carlos Bazán quien dialogó con El Péndulo sobre la situación del sector y pintó un panorama casi desolador para este arranque de año.
«El sector comercial está muerto. Los negocios están muy mal, los alquileres de los locales están muy altos y las ventas siguen en baja», describió Bazán.
El titular de la cámara empresaria agregó que en algunos rubros del comercio capitalino «se trabaja un poco mejor» pero aclaró que casos puntuales y que las ramas más afectadas por la caída en las ventas son el calzado y la indumentaria.
El empresario dijo que en enero la actividad en el comercio fue muy baja y que la presencia de turistas no repercutió en un incremento en las ventas. «El turista que viene a La Rioja no compra zapatillas acá», expresó.
Hay que destacar que a nivel nacional y según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en enero las ventas minoristas cayeron un 0,3%. En La Rioja, las cifras son, por lo general, similares a los valores que se registran para todo el país.
Además, el relevamiento de enero de la CAME arrojó que en la comparación mensual, frente a diciembre de 2022, las ventas en el país se retrajeron 3,4%, aunque aclararon que esa baja se explica mayormente por la estacionalidad típica de enero.
En cuanto a cómo terminó el comercio riojano el año 2022, Bazán resaltó que en el segundo semestre hubo una baja sostenida de las ventas y solo con un leve repunte en diciembre producto de las fiestas de fin de año y el cobro del medio aguinaldo.
A su vez, el empresario sostuvo que mientras las ventas siguen en picada, los costos fijos del sector aumentan en forma constante. «Sube el combustible y eso de inmediato repercute en los precios. A eso se suma el aumento de las tarifas de energía y los costos salariales ya que se pactan aumentos en paritarias que se deben cumplir», indicó.
En este punto, Bazán estimó que hacia fines de marzo próximo el sueldo en bruto de un empleado de comercio rondará los 260.000 pesos, incluyendo aportes y cargas sociales. «Con los descuentos de ley a un empleado el sueldo le va a quedar aproximadamente en 185.000 pesos de bolsillo», amplió.
Para Bazán este escenario complicado para el sector podría derivar en un incremento del empleo no registrado. «Por la situación que vive el comercio, el escenario es propicio para que se genere empleo en negro», se lamentó.
Fin de semana extra largo
Por otra parte, Bazán recordó que durante este próximo fin de semana extra largo de cuatro días (lunes y martes es feriado de Carnaval) el comercio atenderá con normalidad solo el día sábado. «El lunes y martes es feriado nacional y no se abre. Tiene tratamiento como día no laborable, es decir, si alguien decide abrir, a sus empleados les debe pagar doble el día por ser feriado nacional. Y si un comerciante no tiene empleados, tiene libertad para abrir su negocio si así lo considera conveniente», indicó.