Por María Vázquez
“Mujeres y feminismos en las ruralidades: trabajos, cuerpos y resistencias” es un libro escrito por un grupo de mujeres con el objetivo de contribuir a los estudios rurales desde una perspectiva de género, clase y etnicidad. Junto a una de sus autoras, la docente Lorena Leguizamón, recorremos tres décadas de resignificación del sentido social y económico y reflexionamos sobre debates actuales que atraviesa el género.
El libro “pone en evidencia la necesidad y el deseo de que, quienes venimos trabajando la perspectiva de género en contextos de ruralidad, dispusiéramos de un lugar común que visibilizara que no somos pocas, que trabajamos mucho y que nos importa esta cuestión que habitualmente es marginada en un mundo con preeminencia de actores masculinos”, cuenta Lorena Leguizamón, una de las escritoras de este compendio.
La docente e investigadora de la Universidad Nacional de La Rioja Lorena Leguizamón cuenta a EL PÉNDULO que este libro surge del trabajo mancomunado que vienen realizando quienes integran el Grupo de Trabajo GT, Géneros y Ruralidades de la Asociación Argentina de Sociología Rural. “Es el producto de reuniones internas, jornadas nacionales, propuestas de trabajo colectivo y federal, ya que las integrantes del GT somos de diferentes provincias de nuestro país”, comenta la profesional.
“De esta manera, dos compañeras, Vanina Bianqui y Sabrina Logiovine, generaron el proyecto de una obra colectiva, en formato de libro en diálogo con editoriales que tuvieran el mismo espíritu. Como resultado se obtuvo un libro editado por Red Editorial, el cual consta de ocho capítulos, un prólogo y un cierre colectivo”, detalla la pedagoga; y agrega que las autoras de los ocho capítulos que integran el texto son: Verónica Trpin y Carolina Diez; Vanina Bianqui y Sabrina Logiovine; Noelia Vera y Yasmín Dávalos; Mariela Pena; Alejandra Santiago, Julia Lombardi Mayan y Macarena Mercado Mott; María Muro; Alejandra de Arce; además de la propia Laura Lorena Leguizamón.
En cuanto al capítulo “La política pública rural y la perspectiva de género en el Noroeste de Argentina”, escrito por la docente riojana, “indaga desde la historicidad del proceso desarrollista y la implementación de convenios internacionales, describir el abordaje de la política pública rural en el NOA; caracterizar dicha política desde las primeras experiencias en las que tuvo participación la provincia de La Rioja”, explica Leguizamón.
“El relato recorre tres décadas, entre los ‘60 y los ’90, en busca de reconocer los primeros trazos de la relación entre género y política pública. Asimismo, los aportes y reflexiones son producto de entrevistas realizadas a referentes de la etapa. Es decir, a quienes participaron activamente en la implementación de dicha propuesta. Como resultado, el capítulo pone en tensión el paradigma desarrollista aplicado en contextos comunitarios, campesinos, rurales e indígenas no pudiendo contener dichas particularidades”, comenta.
Con dicha publicación se pretende contribuir “a los estudios rurales, interseccionando género, clase, etnicidad desde la mirada puesta en cuerpos de mujeres. Por lo tanto, se expresan los dolores, las ausencias, las violencias, las expropiaciones, también los aportes, los saberes y el trabajo cotidiano por sostener y cuidar la vida”, manifiesta Leguizamón.
De igual modo, agrega: “las autoras creemos que no es posible el desarrollo si no se valora lo que cada parte aporta al sistema mundo. Creemos que la economía y la política deben preguntarse sobre las contradicciones de la acumulación capitalista y el centralismo desde donde solo caben recetas direccionadas, supuestamente inclusivas y transformadoras. Es nuestro deseo que, a partir de su lectura, se abra un campo de preguntas en torno a posibilidades reales de reconfiguración de lo social y el relevante papel que las mujeres vienen realizando para lograrlo”.
Sobre el aporte del libro a la sociedad
Este compendio en general es una posibilidad de reflexionar acerca de sostenidos mecanismos invisibilizadores de las diferencias entre los géneros, en particular sobre la realidad de las mujeres rurales en aras de abandonar centrismos partiendo de una perspectiva sobre la ruralidad descolonizadora y feminista.
“Las autoras pensamos que es posible otro proyecto social, un pacto de transformación y descolonización de los cuerpos-territorios, que es necesario un mundo que resignifique el sentido y el valor de lo económico; dando espacio a debates urgentes sobre qué tipo de desarrollo es posible frente a la diversidad socio-territorial. Además, evidenciar el valioso aporte que las mujeres rurales hacen y pueden seguir haciendo para construir modelos más inclusivos que atiendan a las demandas territoriales”, manifiesta la investigadora.
El Gobierno nacional y los derechos de las mujeres
Al ser consultada sobre las políticas del gobierno nacional sobre los derechos de las mujeres, la docente sentencia: “estamos frente a un gobierno negacionista de los derechos conquistados en pos de resguardar a las mujeres del país, a través de dispositivos institucionales que se traducen en garantías formales y en herramientas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia en razón del género”.
“No es novedad para quien haya leído el proyecto elevado a la Cámara de Diputados que se desconoce, o se considera innecesaria la formación del común de las y los agentes del Estado en materia de género. Esto es un retroceso enorme, ya que la violencia tiene carácter social”, añade la docente y se pregunta: ¿de qué sirve que las áreas pertinentes, las personas involucradas y/o interesadas estén capacitadas si el resto de la sociedad deslinda su parte de responsabilidad?, ¿si el Estado abandona su papel de contralor de la función pública en temas que consideran propios de una facción, pero resultan de vida o muerte?”.
Además, destaca: “se vuelve a cuestionar el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y se retoma el paradigma de cuerpo como vehículo, desconociendo la complejidad en torno a las diferentes situaciones que tienen como resultado una gestación no esperada o no deseada. Se retrotrae a debates que nos han tomado siglos de lucha en pos de su reconocimiento, derechos como el aborto que aun obtenido es negado por muchos de quienes deberían garantizar su ejercicio”.
Otro de los temas a los que apunta Leguizamón es la ESI en las escuelas. “Con todas las dificultades en su aplicación producto de las resistencias todavía presentes, estaba produciendo notorios avances con jóvenes que encontraban formación en materia de sexualidad, que excedía las meras decisiones sobre el desarrollo de su vida sexual. Empezábamos a tener juventudes formadas e informadas, que podían tensionar los prejuicios sociales, las diferencias impuestas falazmente, que podían proyectarse como hacedores de un futuro promisorio. En este sentido, con la propuesta actual retrocederíamos -como mínimo- dos siglos”.
“Quiero cerrar recordando que, en sociedades regidas por funcionarios públicos, para lo que se decida hacer o lo que se decida desatender, siempre el Estado es responsable. Por supuesto lo es su máxima figura y la decisión mayoritaria de quienes le acompañan”.
Libro: “Mujeres y feminismos en las ruralidades: trabajos, cuerpos y resistencias” – Editado por Red Editorial – Año 2024
Disponible para conseguirlo en la web de la editorial: https://www.rededitorial.com.ar/producto/mujeres-y-feminismos-en-las-ruralidades-trabajos-cuerpos-y-resistencias/