Mensaje del Obispo en el Tinkunaco: Problemáticas sociales, minería y reforma constitucional

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El Pendulo
Periodista

Durante el Tinkunaco, el obispo Dante Braida se refirió a diversos temas como la falta de jóvenes en la Iglesia, las adicciones a las drogas, los suicidios, el cambio climático y pidió que los pobladores de los lugares donde es posible la explotación minera sean tenidos en cuenta antes de tomar cualquier decisión. También se refirió a la Reforma Constitucional y recordó que este año se cumple el centenario del natalicio del Beato Enrique Angelelli.

El obispo monseñor Dante Braida eligió una cita del evangelio de Mateo para saludar a las y los devotos que participaron el pasado domingo de la procesión de San Nicolás y el Niño Alcalde. “Dijo Jesús: « Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos»”. Seguidamente saludó por año nuevo y por el Día de San Nicolás y dio comienzo a su discurso.

Desde la iglesia Catedral y con cientos de personas, el obispo contó “durante varios meses del año que recién culminamos tuve la gracia  de realizar la visita pastoral al decanato San Francisco Solano, aquí en la ciudad de La Rioja, junto a la imagen peregrina de San Nicolás. Allí pude experimentar bien de cerca el amor y cariño del pueblo riojano por su santo padre Nicolás. Pude contemplar a padres o madres levantado a sus pequeños hijos para tomar gracia de su Imagen o a personas mayores llegar a ella lentamente, jóvenes deteniendo sus motos y acercándose a elevar una súplica. Expresiones que indican que se puede caminar mejor con la fe puesta en Dios y junto a otros hermanos y hermanas”.

Agradeció a todas las personas, comunidades, instituciones y religiosas y religiosos que participaron y expresó: “aliento a seguir caminado juntos construyendo comunidades orantes, participativas y misioneras”.

 

 

Braida continuó señalando que durante el 2022”fue un tiempo de escucha sobre la actualidad de la iglesia riojana”, buscando identificar las luces, sombras y propuestas para mejorar y fortalecer la relación con la comunidad y cumplir la misión que tienen.

“Como luces se destacan la raíz ancestral de nuestra vivencia de la fe, manifestada en la piedad popular cuyo exponente central es el Tinkunaco (Encuentro); también el ser una Iglesia-familia, que testimonia la acogida, apertura y cercanía a la vida especialmente a la más vulnerable”.

 

Problemáticas sociales

“Entre las sombras se reconoce una escasa formación de los laicos;  falta de diálogo sincero; y cierta indiferencia y falta de compromiso con problemáticas sociales. A esto se suma una marcada ausencia de adolescentes y jóvenes. Se ven pocas iniciativas creativas para acompañarlos teniendo en cuenta los nuevos desafíos y la necesidad de crear espacios de contención y acompañamiento”, expresó el obispo en una autocrítica.

En cuanto a las propuestas, señaló: “la Iglesia debe ser más acogedora de los jóvenes, que esté preparada para recibirlos como vienen, ayudarlos en su desarrollo y animarlos en la búsqueda de  una vida más plena. Una Iglesia que camine junto al  pueblo de Dios con creatividad y audacia, disponiendo siempre “un oído en el pueblo y otro en el Evangelio”, como proponía el nuestro Beato Angelelli. Finalmente para poder responder a las problemáticas actuales anhelamos una Iglesia que sea abierta, cercana y comprometida que aliente la participación y el servicio en todos sus miembros”.

“Como verán tenemos mucho por andar, mucho por renovarnos para responder a los desafíos propios de este tiempo. Pero, confiamos en Jesús que prometió «estar siempre con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,20)»”, sostuvo el obispo.

También, Braida habló directamente de la problemática de acciones a las drogas, señalando que es un desafío urgente tomar medidas activas, eficientes y coordinadas para abordar la compleja problemática que “atenta contra la vida de las futuras generaciones”. Llamó a la comunidad a organizarse y formar espacios de contención y acompañamiento. “Se puede hacer mucho con el aporte de todos”.

En ese sentido, recordó la reciente visita de referentes de “Familia Grande de los Hogares de Cristo” que llegó con el lema: “Ningún pibe menos por la droga”. “Es para repetirlo muchas veces: “no queremos ningún pibe y ninguna piba menos por la droga”. Es posible  trabajar por una sociedad sin drogas, que tienda manos y puentes a quienes padecen este flagelo. Hay experiencias muy buenas en nuestra ciudad llevadas adelante por distintos actores sociales que es necesario replicar en todos los barrios y pueblos de nuestra querida provincia”, consideró.

 

 

Luego se refirió a los susidios. “Implica un llamado de atención para todos los que integramos esta sociedad. Para acompañar situaciones complejas de vida se requiere capacitación y cercanía a cada realidad. No dejemos de ofrecer lo mejor de nosotros y de nuestras instituciones para buscar respuestas acordes a la necesidad. Para los creyentes sabemos que Jesucristo es quien da el verdadero sentido a la Vida. Volver a Él y recomenzar desde él siempre abre un nuevo horizonte de vida”.

También señaló que la pérdida del poder adquisitivo por la inflación, el aumento de la pobreza y el cambio climático como otras problemáticas que afectan a la comunidad y deben tener atención. Además, pidió un dialogo abierto sobre la posibilidad de explotaciones mineras en la provincia, especialmente con pobladores de los posible lugares de extracción. “En toda discusión acerca de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían plantearse en orden a discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral: ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los riesgos? ¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo lo hará? En este examen hay cuestiones que deben tener prioridad. Por ejemplo, sabemos que el agua es un recurso escaso e indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el ejercicio de otros derechos humanos. Eso es indudable y supera todo análisis de impacto ambiental de una región”, sostuvo.

 

Problemáticas mundiales, aniversarios y Reforma Constitucional

Durante su alocución, el obispo también se refirió a las dificultades y consecuencias que dejó la pandemia de Covid 19 y citó el mensaje del papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Paz, para hacer referencia a los conflictos armados que hay en el mundo. Al respecto consideró que “debemos promover acciones de paz para poner fin a los conflictos y guerras que siguen generando víctimas y pobreza; cuidar de forma conjunta nuestra casa común y aplicar medidas claras y eficaces para hacer frente al cambio climático; luchar contra el virus de la desigualdad y garantizar la alimentación y un trabajo digno para todos, apoyando a quienes ni siquiera tienen un salario mínimo y atraviesan grandes dificultades. El escándalo de los pueblos hambrientos nos duele… Sólo invirtiendo en estas situaciones, con un deseo altruista inspirado por el amor infinito y misericordioso de Dios, podremos construir un mundo nuevo y ayudar a edificar el Reino de Dios, que es un Reino de amor, de justicia y de paz.

 

 

En el final de su discurso, Braida recordó que este año habrá significativos aniversarios, como la conmemoración de los 430 años del acontecimiento del Tinkunaco, que se cumplirán el 15 de abril. “Con su claro mensaje de que la paz es posible cuando aceptamos el reinado de Dios en nuestras vidas y aceptamos la vida de los demás con respeto y compromiso con sus necesidades. Como decía mons. Angelelli, en este mismo lugar hace hoy cincuenta años, debemos «trabajar sin tregua para que el ENCUENTRO sea una realidad no solo el 31 de diciembre sino todos los días del año»”.

También se cumplirán 100 años del nacimiento del Beato monseñor Enrique Angelelli el próximo 17 de julio. “Será una ocasión para acercarnos más a él y su mensaje, dando gracias por el don de su vida…por todo lo sembrado entre nosotros sirviendo fielmente a Jesús, a la iglesia y a la sociedad. Servicio por el que entregó generosamente la propia vida, no solamente en Punta de los Llanos, sino en cada momento de su pastoreo”.

Además este año se cumplirán 40 años del retorno de la democracia ininterrumpida. El obispo aprovechó para referirse a la Reforma Constitucional que impulsa el Gobierno Provincial, señalando que la conmemoración: “Será una oportunidad para reflexionar aún más sobre nuestra forma de organización social para seguir dando pasos desde una democracia representativa a una democracia más participativa, que se vea reflejada no sólo en la elección de gobernantes y legisladores sino en un compromiso corresponsable de cada persona en la construcción de una sociedad más justa y solidaria en donde nadie quede excluido. Esta invitación debe ser tenida especialmente en cuenta en la próxima reforma de nuestra constitución provincial. Solo una amplia participación ciudadana y de las instituciones intermedias puede garantizar decisiones que privilegien el bien común de toda la población”.

Para concluir, el obispo expresó: “animémonos a formar comunidades como las de los primeros cristianos, sencillas, orantes, en donde el centro era el amor y el servicio que se nutrían de la Palabra y la Eucaristía. La fraternidad las distinguía. Se abrían a la participación y salían constantemente a la misión aunque eso les costara el martirio. Así, la misión se hace vida y el anuncio del Evangelio se encarna en cada encuentro. Que los beatos Enrique, Carlos, Gabriel y Wencesalao nos ayuden a caminar por esta tierra nicolasiana, como ellos lo hicieron, con fe firme y generosa entrega. Bendiciones para todos y ¡mucha paz!”.

Fuente: diocesislarioja.org.ar