Como ocurrió a lo largo y ancho del país; la comunidad universitaria y en general de La Rioja marchó por las calles de la ciudad, reclamando recursos para el funcionamiento de las casas de altos estudios.
La marcha partió desde las puertas de la UNLaR y culminó en Plaza 25 de Mayo. Los miles de universitarios recibieron el apoyo de los gremios nucleados en distintas centrales sindicales. Además, junto a ellos marcharon agrupaciones políticas, dirigentes y convencionales constituyentes.
PROPUESTA UNIFICADA: DOCUMENTO DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
Dirigido a la comunidad universitaria, y a todos aquellos y aquellas en compromiso con la lucha contra el desfinanciamiento universitario Nacional.
Objetivos del documento:
1. Poner en valor la educación pública como un derecho y no como una mercancía.
2. Defender la educación pública del ataque de la gestión nacional que tiene el plan de desfinanciarla y privatizarla.
3. Establecer que son los estudiantes los garantes de la educación pública en las universidad como lo han sido en el pasado.
4. Dejar en claro que los errores de cualquier gestión y las pendientes en las universidades jamás deben ser utilizados como argumentos para quitar un derecho elemental como el acceso a la educación pública, laica, gratuita y de calidad que es parte del orgullo de la identidad nacional.
5. Exigir un Compromiso Sólido y Continuo del Estado para la Educación Superior.
6. Reafirmar el Rol de la Educación como Derecho Humano Fundamental.
7. Subrayar la importancia de la educación superior como un pilar esencial para el desarrollo social y cultural.
8. Convocar a la comunidad en general para unirse por la causa.
9. Insistir en la necesidad de políticas que garanticen el acceso equitativo a la educación, apoyando la diversidad y la igualdad de oportunidades.
10. Resaltar la importancia de las universidades y el CONICET en la producción de conocimiento, y su impacto en el desarrollo tecnológico y la innovación.
En el contexto actual de desafíos socioeconómicos, las universidades públicas de La Rioja y sus institutos terciarios permanecen como un baluarte de la educación pública, comprometida con el progreso social y cultural de nuestra comunidad. La educación superior es un derecho humano esencial, cuya importancia trasciende los límites del aula para convertirse en una herramienta fundamental de cambio y desarrollo.
No podemos permitir que las palabras de quienes desprecian la educación pública se
conviertan en políticas que perpetúen la desigualdad y la injusticia para nuestros pares. No podemos permitir que se criminalice el conocimiento y se desmerezca el esfuerzo de miles de docentes, estudiantes y trabajadores de la educación que día a día construyen un futuro más justo y equitativo. Nada puede ser pretexto para desfinanciar la educación pública y justificar el apagón que hoy sufrimos toda la comunidad universitaria.
La desfinanciación estatal impacta directamente en todos los sectores de la comunidad universitaria: estudiantes enfrentan incrementos en los costos ocultos de la educación; docentes y Nodocentes ven comprometidas sus condiciones laborales; y la capacidad de la universidad para realizar investigaciones que impulsan el desarrollo tecnológico y la innovación se ve severamente limitada; incluso instituciones dependientes de las universidades como los colegios pre universitarios. Este abandono financiero no solo menoscaba la misión educativa y social de nuestras instituciones, sino que también debilita la estructura misma de nuestra sociedad democrática.
Cada protesta, cada demanda, cada voz levantada es un eco de la pasión y la determinación de una generación que se niega a aceptar ver la educación como un mercado más. Nos negamos a pensar en una educación donde haya clientes en vez de estudiantes. La historia nos ha enseñado que son los movimientos estudiantiles los que han marcado el rumbo de la transformación social y política. Desde la Reforma del 18, el Cordobazo, la gratuidad universitaria, y la histórica Toma de nuestra universidad, la constancia ha sido el motor que ha impulsado a las juventudes a reclamar su lugar en la
historia y a defender sus derechos con un fervor inquebrantable.
Es inaceptable que en pleno siglo XXI haya instituciones educativas en la precariedad absoluta. Este desfinanciamiento no solo afecta a las universidades sino a instituciones de investigación científica como el CONICET, una institución pública líder en el mundo, que como país nos hace un participante activo y respetado en la comunidad científica global.
Por esto, instamos al Estado a reafirmar su compromiso con la financiación de la educación pública en todos sus niveles. Cualquier intento de privatización o reducción del apoyo estatal no es solo un retroceso en nuestros derechos educativos, sino también una traición a las generaciones futuras que dependen de un sistema educativo robusto y accesible para forjar un futuro mejor. Un país sin educación no tiene futuro posible.
Nuestra pelea no es solo presupuestaria, es junto a todos los sectores en lucha contra el Plan Motosierra. Es contra el DNU y el protocolo represivo, porque habilitan los recortes a discreción del presidente y super-facultades. Por eso, si no enfrentamos en las próximas semanas, también la nueva Ley de Bases que se negocia en el congreso a nuestras espaldas, toda conquista que logremos correrá riesgo de revertirse.
Hoy, en esta plaza, en esta marcha, la comunidad unida, reafirmamos nuestro compromiso con la educación pública, como lo hicieron generaciones anteriores exigiendo la democratización de la UNLaR durante la toma. Hoy los y las estudiantes de La Rioja nos organizamos y encabezamos esta gesta para exigirle al presidente que se garantice una universidad con igualdad de oportunidades y la construcción de un país en el que el acceso al conocimiento sea un derecho para todos y todas, y no un privilegio para unos pocos. Juntos, levantemos nuestras voces, y defendamos lo que nos pertenece por derecho propio: una educación pública, gratuita y de calidad para todos y todas ¡Que resuene nuestro grito de justicia en cada rincón de nuestra patria! ¡Viva la universidad pública y gratuita!