La paridad de género, un desafío más allá de los cargos electivos

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El Pendulo
Periodista

El 22 de marzo de 1873 nacía Julieta Lanteri, la primera mujer en votar en Sudamérica. Fue en 1911, después de presentar un amparo ante la Justicia. Fue una de las cinco primeras mujeres de Argentina en recibirse de médica además de trazar el camino de la participación política de las mujeres en el país.

 

Pasaron 150 años de su nacimiento y 112 de aquella votación y aún, con grandes avances en legislaciones, como el cupo primero y la paridad después, la participación de las mujeres y diversidad creció, pero sigue en disputa porque ya no alcanza con ser parte de listas, también hay que encabezarlas, una aspiración tan legítima como la de los varones.

La Rioja, sancionó en el 2020 la ley de paridad y para su aprobación fue necesaria la militancia primero, al igual que todas las conquistas de los feminismos y las disidencias, y la voluntad política luego para encontrar el consenso y sumar a la Provincia en el listado de jurisdicciones que cuenta con normativa al respecto.

La norma establece “la participación en Paridad de Género para todo el territorio de la provincia de La Rioja, para todos los cargos electivos de representatividad en la Función Legislativa, en los Departamentos Deliberativos de cada uno de los Estados Municipales”. Y, además, “el género de la/el candidato se determinará por su Documento Nacional de Identidad o por la autopercepción de su identidad de género, conforme a la Ley Nacional de Identidad de Género N° 26.743”. La norma no es obligatoria para los cargos ejecutivos y fue la voluntad política sumados a otros criterios que definieron quiénes debían ocupar esos lugares. Con paridad aparecen la fórmula a gobernador y vice del FdT, no así la de Juntos por el Cambio. En el caso de la Capital, la paridad se cumple tanto para el oficialismo como para la oposición.

Previo a la oficialización de las listas del pasado 18 de marzo para las elecciones del próximo 7 de mayo, mujeres peronistas del oficialismo que militaron por la paridad y hoy un grupo importante ocupa lugares de toma de decisiones en cargos legislativos y de segunda línea, porque La Rioja, aún no cuenta con mujeres ministras, tensionaron para dar el debate no solo del cumplimiento de la paridad establecida por ley sino sobre los lugares que debían tener, es decir llegar a ser encabezar listas por ejemplo, para las concejalías. Algunas listas no solo las encabezan mujeres, sino que también fueron incorporadas las disidencias. Habrá un análisis más claro, será cuando el Tribunal Electoral Provincial oficialice las candidaturas y publique las listas.

“Siempre tuve muy claro el alcance de ley provincial de paridad de género en la participación política; de hecho, el gobernador me encomendó la redacción del proyecto cuando fui Secretaria de Mujer y Diversidad. Digo esto porque pareciera que en más de una oportunidad intentaban explicarme el espíritu de la ley”, escribió en su cuenta de twitter la diputada peronista Lourdes Ortiz.

Algo que se conoce como mansplaining: varones explicando a mujeres, una forma de violencia por motivos de género. Expresa entonces la legisladora que “apelar al criterio de paridad en las fórmulas no es algo caprichoso, sino que es sustancial, es un aporte más a la calidad democrática, un interés superior, y es la participación de mujeres en los procesos, en la discusión, en la construcción de consensos, y este tiempo hemos dado un paso más para el fortalecimiento de nuestros derechos políticos”, dijo la legisladora, luego del proceso de presentación.

Mejorar la representación no solo debe alcanzar a los lugares en legislativos sino a también en otros puestos valiosos para el desempeño político de mujeres y diversidades que potencien sus carreras políticas.