El seleccionado británico, cuarto en Rusia 2018, debutó en el Grupo B con una contundente actuación
Sin brazalete multicolor, pero sí con goles. La selección inglesa hizo caso a su entrenador, se centró en el fútbol y goleó a una pobre Irán (6-2), con una gran actuación de Bukayo Saka, con un doblete, de Harry Kane, en versión asistente, y de un Jude Bellingham que hizo su primer gol con los ‘Tres Leones’.
«Toca hablar de fútbol», dijo Southgate en la previa, cansado de las continúas preguntas sobre la situación catarí y el poco interés en la propia pelota. Sus quejas cayeron en saco roto, porque la previa estuvo colonizada por el brazalete de «OneLove» y su prohibición por parte de la FIFA y su veto por parte de la federación inglesa.
No hubo sorpresa de última hora y Kane, amenazado de amarilla, no lució el brazalete. Quienes no se plegaron fueron los de Carlos Queiroz, que, ayudados por una afición harta de las injusticias de su país, denunciaron las barbaridades de su régimen. Los jugadores no cantaron el himno, no celebraron los goles y los carteles de protesta en la grada fueron numerosos.
Y entre tanto lío, también hubo fútbol. Aunque quedara apartado como casi un asunto trivial, este Inglaterra-Irán era el segundo partido de un Mundial que está atropellando al cuero a base de escándalos.
Inglaterra por momentos fue una máquina y se lució.
Con el capitán Harry Kane como máxima referencia en ataque, el conjunto dirigido por Gareth Southgate mostró mucha frescura, futbolistas que reúnen juventud, buenas condiciones técnicas y despliegue. Inglaterra envió un mensaje fuerte desde su primera presentación. Si antes del Mundial era considerado uno de los favoritos para llegar bien lejos, la goleada ante Irán (más allá de la fragilidad de este seleccionado) lo encumbra como uno de los equipos a temer.
El partido empezó con la salida de Beiravand por un choque en la cabeza, parando el partido casi un cuarto de hora. Tras ese parón, comenzó la tormenta inglesa.
Después de un larguero de Maguire llegó el gol de Bellingham, con un gran cabezazo. Después fue Saka el que marcó el segundo y apenas un minuto después Sterling haría el tercero. Así se llegaba al descanso, con una Inglaterra dominadora absoluta.
La segunda mitad empezó con un gol de Saka, su segundo tanto, en una jugada clásica suya, el primero de otros tantos. Rashford y Grealish redondeaban la goleada saliendo desde el banquillo.
De Irán poco reseñable. Apenas pisaron área rival en la primera parte y en la segunda solo Taremi sacó orgullo para marcar dos goles, el primero un golazo y el segundo de penalti al final.