El lunes por la noche ingresó por guardia del Hospital de la Madre y el Niño, un bebé de un año y tres meses con graves quemaduras en su cuerpo. Los padres relataron que se le había caído una olla con leche hirviendo. A pesar de las atenciones, el menor falleció el pasado martes por la siesta.
El hecho ocurrió en el barrio Los Obreros, donde según el relato de los padres del bebé de apellido Ortega, cocinaban arroz con leche, cuando en un descuido el líquido hirviendo cae sobre el cuerpo del menor, provocándole quemaduras de tercer grado en el 40% de su cuerpo. Si bien el bebé fue traslada al Hospital de la Madre y el Niño para recibir las atenciones necesarias, falleció al día siguiente por un paro cardiorrespiratorio.
Tomo parte en el caso el juez de turno, Héctor Daniel Barría, pero no se abrió ninguna causa, determinando que el hecho fue un lamentable accidente. La jueza en Violencia de Género y Protección Integral de Menores, Gisela Flamini, en dialogo con medios locales dijo que “lo que se pudo constatar de la autopsia como de la escena del hecho es que fue un accidente”.
Desde el Hospital materno infantil mostraron consternación ante lo ocurrido. El especialista en cirugía plástica, reconstructiva y quemados, Germán Bonini dijo: “fue un día muy triste para todo nuestro equipo, es la primera vez en los años que estoy en el Hospital, que fallece un paciente de este tipo”.
En dialogo con una radio de la ciudad, sostuvo que “uno piensa que una quemadura es algo simple y es más complejo de lo que se cree. La quemadura le afectó la piel y los órganos. Ingresó con una descompensación, estaba shockeado por la quemazón y finalmente fallece tras sufrir problemas cardíacos”.
