El exgerente José Blas y Agustín Rizzardo no dieron datos de quién tiene el dinero. Se refirieron a dónde habría sido enviada una parte.
¿Quién tuvo la plata?
Pasado más de un año de investigación, el dinero que reclaman los damnificados no apareció. La Justicia y Gendarmería Nacional desconocen cuántas cuentas hay vinculadas a la empresa y a Bacchiani. Tampoco saben si en las cuentas individualizadas hay algo de dinero depositado. Rizzardo brindó declaración testimonial. Comentó que ingresó a la empresa aun cuando la firma le debía (y le sigue debiendo), más de 10 millones de pesos. Admitió además que comenzó a trabajar contando con amplios conocimientos sobre el tradeo y manejo de criptoactivos.
Dio detalles de cómo se realizaron movimientos de dinero de cuentas cuyos datos y claves supuestamente le entregó Blas. Explicó asimismo la vinculación y las transferencias de valores efectuadas entre varias de esas cuentas y cuentas de inversionistas.
Al momento de brindar su declaración, Rizzardo se refirió a movimientos en al menos una de esas cuentas que estarían directamente vinculados con Blas y su traslado del penal a su casa, y la mención de Bacchiani de su «amigo invisible».
Conociendo los alcances de la declaración de Rizzardo, Blas, quien declaró como imputado colaborador, amplió su declaración y, tras negar los dichos de Rizzardo, pidió a la Justicia que se realice un careo entre ambos. Mientras tanto, la querella y el fiscal Santos Reynoso, con la información suministrada por Rizzardo, pidieron que Blas regrese a Miraflores por «riesgo procesal». Según fuentes ligadas a la causa, lo que resulte del careo definirá si Blas se queda en su casa o es enviado el penal.
Fuente: El Ancasti, Catamarca