En la últimas semanas, Claudio Tapia -ante la posibilidad del fallo que se concretó este miércoles- adelantó a sus colaboradores sus intenciones de disolver definitivamente la Liga Profesional y que la AFA asuma la organización de todos los campeonatos.
La Sala B de la Cámara Civil resolvió este miércoles intervenir la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y que el presidente de la AFA, Claudio Tapia, convoque a elecciones en un plazo de 90 días para la designación de la nueva mesa directiva, tras el avance de un grupo de dirigentes que buscó la destitución de Marcelo Tinelli como titular de la Liga, cargo que legalmente seguía ocupando.
Así las cosas, Tapia será el responsable durante esos 90 días de coordinar el normal funcionamiento de la Liga y organizar la convocatoria para le elección de las nuevas autoridades de la LPF.
Se abre ahora una nueva etapa para el fútbol de la Primera División: en la últimas semanas, Tapia -ante la posibilidad de que la justicia dispusiera la intervención de la LPF- adelantó a sus colaboradores sus intenciones de disolver definitivamente la Liga Profesional y que la AFA asuma la organización de todos los campeonatos, como sucedió históricamente en el fútbol argentino.
Ese modo organizativo se interrumpió a mediados de 2017, con la creación de la Superliga, tras la presión ejercida entonces por el gobierno de Mauricio Macri, con la TV como eje central, ya que la gestión macrista decidió terminar con el “Fútbol para Todos”, que emitía los partidos en forma gratuita, y traspasarle los derechos de transmisión a los grupos empresarios del rubro.
Concluida la gestión macrista, la Superliga fue disuelta y nació entonces la Liga Profesional, con Tinelli como presidente.
El presidente de la AFA regresará al país en los próximos días, tras participar la semana pasada en el sorteo de la Copa del Mundo que se jugará en Qatar desde el 21 de noviembre, y en la que Argentina es cabeza del Grupo C, en el que también están México, Arabia Saudita y Polonia.
Desde los pasillos de la AFA, la medida comunicada por la justicia fue muy celebrada, al tiempo que era esperada.
Allegados a la conducción de “Chiqui” Tapia dijeron a Télam, en un tono jocoso, “saluden a la Liga Profesional porque se va. Le quedan 90 días de vida, como mucho. Y (Cristian) Malaspina no va a presidir nada”, en alusión al presidente de Argentinos Juniors que con el apoyo de muchos clubes avanzó en diciembre pasado para desplazar a Tinelli y quedarse con el manejo de la LPF.
“Una mayoría de clubes respalda ahora la iniciativa del presidente de la AFA de disolver la Liga. La organización del fútbol argentino volverá así a la AFA, porque eso es lo que votarán los clubes en este proceso de 90 días que empieza hoy”, agregaron los voceros.
“No se necesita una orden de la la justicia para disolver la Liga porque precisamente la justicia le pidió eso hoy a Tapia: que llame a elecciones en 90 días. Y cuando los clubes voten volver a la AFA, el llamado a elecciones no tendrá sentido“, analizaron los allegados en diálogo con Télam.
El 24 de diciembre pasado, Tinelli denunció un “golpe institucional” y acusó a integrantes del Comité Ejecutivo de la LPF. Tras la denuncia mediática, el presidente de San Lorenzo en uso de licencia presentó una medida cautelar cuando los clubes que buscaron desplazarlo llamaron a elegir nuevas autoridades de la Liga.
El paso siguiente de Tinelli fue, en enero pasado, convocar a elecciones para presidente de la Liga Profesional para el 31 de marzo, que no se llevaron a cabo ante la intervención de la justicia, cuando el animador de TV logró una medida cautelar que suspendió una reunión en la que se iba a elegir a Malaspina como su sucesor.
En esa ocasión, el juez Camilo Almeida Pons resolvió que hubo “severas irregularidades en el procedimiento que pretendía derivar en la elección de nuevas autoridades”.
Ese criterio fue respaldado hoy por la Sala B de la Cámara Civil, que interviene la LPF y abre la puerta para que la AFA, si es que los clubes acompañan mayoritariamente la iniciativa de su presidente, “Chiqui” Tapia, recupere el mando para organizar los campeonatos de la Primera División del fútbol argentino. Y negociar directamente con el gran sostenedor de la actividad: las empresas de televisión.