El defensor pidió la absolución de los ocho acusados o una pena por homicidio en riña

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El Pendulo
Periodista

«No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión», aseguró Tomei durante su alegato, en el que consideró que los rugbiers deberían ser absueltos. El delito de homicidio en riña prevé una pena máxima de seis años de prisión.

El defensor de los ocho rugbiers juzgados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, consideró que todos ellos deberían ser absueltos por la «incongruencia» entre la imputación original y la planteada por la acusación en sus alegatos en el debate y pidió que, en caso de ser condenados, el hecho sea encuadrado como un «homicidio en riña», el cual prevé una pena máxima de seis años de prisión. 

Finalizado el alegato de Tomei, los ocho acusados pronunciaron sus últimas palabras antes de que los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia den a conocer la sentencia el próximo 6 de febrero, y pidieron «disculpas» a la familia de la víctima.

Manifestaron estar «arrepentidos» por el hecho, y aseguraron que «no hubo ningún plan de matar» y que lamentaban «la muerte de un joven» de su misma edad.

La última audiencia del juicio antes de la la sentencia se inició minutos después de las 12 en los tribunales de Dolores, con los alegatos de la defensa, que se extendieron por poco más de una hora.

Tomei adelantó que pediría la absolución de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), acusados por el delito de «homicidio agravado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas».

Entendió que existían «incongruencias» entre la acusación del requerimiento de elevación a juicio y la formulada en los alegatos del miércoles por parte de la fiscalía y del particular damnificado.

Además, sostuvo que el hecho imputado «no está probado» y que los acusadores «probaron otro hecho» en el juicio iniciado el último 2 de enero.

«Después de los largos alegatos de ayer me estoy encontrando con otro hecho. Pareciera llamativo lo que estoy diciendo, pero si el objeto está descripto en la requisitoria, lo que ayer nos pasó es escuchar (otras) cosas», expresó el letrado, al asegurar que de lo surgido del debate se ve «afectado el principio de congruencia».

«Si son ocho los que tienen un altercado adentro del boliche, no puede ser uno, son ocho», dijo en referencia al incidente entre los imputados y Báez Sosa dentro del local bailable «Le Brique» de Villa Gesell que, para los acusadores, derivó en el crimen cometido minutos después.

Entendió a su vez que «no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos que la fiscalía descubrió» y que «no hubo estado de indefensión, bajo ningún concepto».

En ese sentido, consideró que «hubo una agresión» y que el hecho «se encuadra en un homicidio en agresión conocido como riña», previsto en el artículo 95 del Código Penal, por lo que «con la pena que están cumpliendo de tres años quedarían todos en libertad».

Fuente: Télam