Cumbre de las Américas: qué es, para qué sirve, quién decide y qué países van

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El Pendulo
Periodista

La IX Cumbre de las Américas se realizará la semana próxima en Los Ángeles con el lema “construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo” y reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno del continente para debatir aspectos políticos compartidos y comprometerse a acciones concertadas frente a desafíos actuales y futuros.

Puntualmente, los temas centrales en los que esta vez se impulsarán compromisos políticos son salud, cambio climático, energía limpia, digitalización y democracia.

El anfitrión de esta novena edición es Estados Unidos y por eso la cumbre se realizará en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio.

Aún no hay certeza del total de invitados, pero por lo pronto no participarán Nicaragua y Venezuela, por decisión del gobierno estadounidense, y aún está en duda la de Cuba. Argentina y Uruguay ya confirmaron su presencia en la cumbre.

Por más de una década los Jefes de Estado y de Gobierno del Hemisferio se han reunido periódicamente para discutir preocupaciones comunes, buscar soluciones y desarrollar una visión compartida para el desarrollo futuro de la región, ya sea de carácter social, económico o político.

Este proceso, conocido como las Cumbres de las Américas, es vital para establecer y alcanzar metas en el Hemisferio, y es de esa forma como la Organización de Estados Americanos (OEA) recibe la mayoría de sus mandatos. La Organización actúa como secretaría técnica del proceso de Cumbres.

Además de la Cumbre de Líderes, Estados Unidos anunció tres foros oficiales de partes interesadas: el Noveno Foro de la Sociedad Civil, el Sexto Foro de Jóvenes de las Américas y la Cuarta Cumbre de Directores Generales de las Américas.

Cada foro fomentará un mayor diálogo entre los jefes de gobierno y los pueblos y empresas de las Américas para abordar los desafíos y oportunidades del hemisferio, incluyendo la inclusión social, la recuperación económica, el cambio climático, la democracia y la transformación digital.

Fuente: El Cronista