Conquistando luciérnagas lectoras

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María Vazquez
Periodista

Con el fin de fomentar la lectura y el arte en entornos hospitalarios, se lleva adelante el proyecto de biblioteca hospitalaria móvil “Luciérnagas”, en el Hospital de la Madre y el Niño.

Procurando trasladar cultura y entretenimiento a pacientes internados, esta iniciativa surge de dos trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño, Horacio Romero y Gustavo Núñez, comenta a El Péndulo Jimena Vera Psaró, quien actualmente se desempeña como directora de Letras de Cultura del Municipio capitalino.

La biblioteca hospitalaria móvil “en su momento, fue impulsada con donaciones de libros y voluntarios dispuestos a llevar ese espacio de lectura a los niños y niñas que estaban en internación pediátrica, o que estaban en las salas de espera. También, se compartía los libros con padres, madres y adolescentes que tienen que transitar alguna complicación de salud o de prevención en el hospital”, recuerda Vera Psaró.

“Así surge esta biblioteca hospitalaria móvil que en la pandemia estuvo sin circulación, cerrándose el espacio en donde funcionaba habitualmente, y Horacio Romero, que en su momento también fue parte de la Dirección de Letras del Municipio, falleció en octubre del año pasado esperando un trasplante de corazón. Horacio, se desempeñaba en distintas áreas en el hospital; al último estuvo a cargo de camilleros”, revela la funcionaria municipal y añade: “todos recuerdan su calidad humana, el buen trato y su afán por la lectura y por compartir ese espacio como luciérnagas”.

Convenio entre instituciones

Vera Psaró confiesa que cuando asumió en diciembre de 2023, junto a Severo Straffeza como subdirector, una de las primeras inquietudes que tuvieron fue “cómo poner en valor a quienes habían estado antes”, quiénes los habían precedido en ese trabajo y fue ineludible el nombre de Horacio”. “Toda la huella que él dejó queríamos plasmarla nuevamente, entonces empezamos a hacer averiguaciones en el Hospital de la Madre del Niño, para ver qué había pasado, qué no estaba funcionando en esa biblioteca hospitalaria”, añade.

“Es entonces, que nos pusimos en contacto con la Fundación Hospitalaria La Rioja y desde el municipio capitalino se llevó adelante la firma de un convenio para que esa biblioteca hospitalaria pasara a tener ese aporte de la Dirección de Letras,  garantizando el funcionamiento con personal, que en un principio estaba de lunes a viernes y ahora también podemos garantizar su circulación los fines de semana para que todos los días esté disponible recorriendo los pasillos del hospital”, detalla la directora; y agrega: “es un homenaje a Horacio Romero, uno de sus creadores, y nosotros decimos que es el corazón de Horacio que sigue recorriendo ese lugar tan querido”.

 

Creando vínculos a través de la lectura

“En cuanto a las repercusiones, han sido muy buenas”, enfatiza la funcionaria y resalta que actualmente tienen más de cien títulos para compartir. “A veces, hacemos rotar con nuestras bibliotecas personales o de acuerdo al interés de los pequeños o de las pequeñas y de los padres que nos piden algún material en concreto que se los conseguimos, los buscamos y los llevamos, más allá que forme parte del inventario de la biblioteca o no”, afirma.

Al consultarle a la licenciada sobre cómo son recibidos en el nosocomio, ella confiesa: “tenemos mucho contacto con el hospital, con todo el personal. Es un trabajo situado con la parte de Salud Mental  y con todo lo que es bioseguridad, para ver qué materiales pueden circular, o no, para no interrumpir la tarea y los tratamientos. Y todos los días este carrito circula, muchos pequeños y pequeñas ya nos esperan. A veces tienen internaciones prolongadas, así que se van forjando relaciones de amistad, de afecto, de empatía y nosotros siempre estamos tratando de ofrecer material novedoso, dejarles a veces algunos libros o cuadernitos en blanco para pintar, para dibujar, para escribir. Tenemos muchos títulos infantiles y también para jóvenes y personas adultas, porque también hay demanda de quienes acompañan a los pequeños en estas internaciones prolongadas”.

Por otra parte, Vera Psaró invitó a quienes quieran y puedan colaborar con libros para una bebeteca: “son menos los títulos que tenemos para bebés y por ellos solicitamos donaciones de libros que sean en cartón duro y evitamos materiales como la tela o la goma de espuma o cualquier material que tenga porosidad por una cuestión de bienestar, seguridad para que no se alojen virus, bacterias en esos materiales”.

Finalmente, la también escritora destaca que el trabajo que se realiza con la biblioteca hospitalaria móvil “es lindo”. “Hemos tenido experiencias muy enriquecedoras, la gratitud de los papás, las mamás, de los jóvenes, esta amistad que se funda con los niños y las niñas. Todos los días es una experiencia diferente. El hospital todos los días tiene un clima distinto, los niños y las niñas también están en procesos diferentes de su recuperación, pero siempre hay una sonrisa a través de la lectura y gente que nos espera y que va consumiendo y va siendo usuario de esta biblioteca con mucho gusto”, culmina.