Dos docentes investigadores y dos becarias de La Rioja, ligados al Conicet, se refirieron a las declaraciones del candidato presidencial, Javier Milei, sobre el eventual cierre o privatización del máximo organismo nacional de ciencia y técnica.
Carlos Laino es profesor de la UNLaR con más de 20 años de trabajo en investigación, vinculado indirectamente con el Conicet, con un vínculo muy fluido con el ente. Actualmente, se desempeña como director de un Instituto de Investigación de Biotecnología de la UNLaR y dirige un centro de investigación de medicina traslacional que depende del Ministerio de Salud de La Rioja.
Respecto de los dichos del candidato Javier Milei, Laino afirma que “se ha propuesto privatizar el Conicet, y sea cual fuere la intención, cerrar o privatizar, es totalmente un delirio. Estamos totalmente en contra de esta decisión. El Conicet, con sus virtudes y defectos, es un organismo que ha generado mucho conocimiento. Cualquier candidato a presidente debería contemplar qué pasos a seguir con la investigación”.
El docente investigador sostiene que “dentro del producto bruto de un país de Latinoamérica se destina mucho dinero para la investigación. En la Argentina, el recurso es bajo e insuficiente”.

Cuando Milei cuestiona la productividad del trabajo de los científicos, “demuestra la ignorancia que tiene, en cuanto a los trabajos de investigación, ya sea básica o aplicada. En tiempo de pandemia se desarrollaron reactivos para Covid, y otros productos que han sido enteramente desarrollados por Conicet. Cuando se plantea su cierre, se está queriendo terminar con un hito y un referente ineludible para todos los investigadores. Los dichos de Milei nos dan la pauta de que para él la investigación es un gasto, y estoy en contra de ese pensamiento”.
Laino indica que, en la actualidad, con la UNLaR están en la realización de estudios con el aceite de cannabis, desde hace 5 años aproximadamente; «con estudios preclínicos y clínicos donde evaluamos la eficacia en la disminución de las migrañas crónicas. Este es el único estudio que se realiza en clínica, respecto de lo realizado en la República Argentina».

Por otra parte, accedimos a la opinión de dos becarias de Conicet: Mariel Ávila y Victoria Salvadeo.
Ávila es arquitecta graduada de la UNLaR y becaria doctoral del Conicet en el Instituto de Investigación de Vivienda y Hábitat de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba. En tanto que Salvadeo es licenciada en Turismo, graduada de la UNLaR, becaria posdoctoral del Conicet en el Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales de la Universidad Nacional de La Rioja.
“Nos interesa remarcar que ambas somos egresadas de una universidad pública y tuvimos la posibilidad de postularnos a las becas Conicet. De esta forma, apostamos a la investigación en nuestros campos de estudios y contribuimos a la generación de conocimiento, al desarrollo del pensamiento crítico enriqueciendo a la comunidad universitaria por medio de proyectos de investigación, de extensión y de la docencia”, afirma Salvadeo.

“Las becas Conicet nos permitieron seguir formándonos y estamos seguras de que esto impacta de manera positiva en la sociedad por medio de avances tecnológicos o sociales, y gran cantidad de estudios y de formaciones son de utilidad para la gestión pública, para aquellos que toman decisiones”, comentan.

Actualmente, Victoria Salvadeo trabaja en el ordenamiento territorial del turismo en relación con áreas naturales protegidas (ANPs) y la conservación del patrimonio geológico. “Soy directora de proyecto de investigación, de extensión, evaluadora de becas de otras universidades, codirectora de un doctorando y de un tesista de grado. Además, formo parte de comités de seguimiento en el doctorado de Geología de Catamarca. Soy parte de la red UNESCO y miembro de la Sociedad Argentina de Planificación Territorial (SAPLAT). Finalmente, asisto a la dirección del Museo de la UNLaR y participo activamente en actividades de investigación relacionadas con el museo tales como charlas, seminarios y propuestas educativas”, afirma.
Respecto al posible cierre o privatización del Conicet, coinciden en que es “totalmente vergonzoso». «Apoyamos -continúan- profundamente la educación pública y consideramos que, así como nosotras, todos deberían tener la posibilidad de ingresar a la universidad como a Conicet”.
“Abogamos por una mayor inversión y respaldo para garantizar el desarrollo continuo de la educación. Las universidades argentinas, y el Conicet en particular, demuestran consistentemente ser líderes en la producción científica tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo. Esta excelencia merece ser acompañada por un compromiso inquebrantable con la educación y la investigación en todos los niveles”.
Cabe mencionar que, de acuerdo al ranking SCImago 2022, el Conicet quedó en el puesto 17 entre 1745 organismos gubernamentales de investigación científica en todo el mundo y en el primer lugar en Latinoamérica. «Esta excelencia merece ser acompañada por un compromiso inquebrantable con la educación y la investigación en todos los niveles», indican.
Cuando se les menciona el cuestionamiento de Javier Milei a la productividad de los investigadores, indican que “genera tristeza estas suposiciones cargadas de soberbia y violencia. Los investigadores han aportado conocimiento en tecnología, en ciencias naturales, en economía, en salud; han aportado en conocer el comportamiento humano y social. Basta con abrir la página de Conicet y uno puede ver la relevancia de los resultados: avances en curas contra el cáncer, contra el Covid, la depresión, el desarrollo sostenible, las tecnologías asociadas a la producción de alimentos, etc. Nos resulta imposible que en esta breve entrevista se pueda abarcar todo lo logrado”.
Por otra parte, EL PÉNDULO consultó sobre la misma temática a Marcos Andrada, investigador adjunto del Conicet y profesor de la UNLaR; actualmente, realiza trabajos vinculados al área de demografía. “Nos abocamos al estudio de las poblaciones humanas; su crecimiento y decrecimiento. En mi caso particular, me centro en los efectos de la escolarización sobre componentes demográficos; es decir, cómo se comporta una población en base a su estructura, tamaño y dimensión, en función de si están más o menos escolarizadas. Estos son algunos de los estudios que hemos realizado en la provincia de La Rioja”.

“Estamos azorados con la ignorancia supina con la que el candidato presidencial (Milei) se ha manifestado respecto de un organismo de ciencia y técnica”, enfatiza Andrada, y añade que “lo hace, particularmente, sobre el Conicet, aunque el sistema científico tecnológico del país esté compuesto por otros organismos”.
“Estamos realmente preocupados”, dice y puntualiza que “no hay país desarrollado que no invierta en ciencia. Esto significaría un retroceso enorme para el país; no sólo en términos estratégicos, sino en términos de soberanía. Castiga a un sector de la población, cuando se ha invertido tiempo y esfuerzo en pos de la comunidad, aun cuando el trabajo no tenga una implicancia directa. No hay posibilidad práctica para privatizar el organismo. Nosotros ya estamos abocados al servicio”.
Andrada manifiesta su discrepancia respecto a lo mencionado por el referente de La Libertad Avanza: “Tiene un modo de ver la realidad que está alejado de la ciencia. Un país desarrollado cuida a sus investigadores y la tarea que estos realizan”.
“Milei tiene una postura reduccionista y deliberadamente intencionada respecto de la productividad de los investigadores. No hay manera de conmensurar el daño que se haría si se reducen a la mínima expresión los organismos de ciencia y técnica”, concluyó.