Cecilia Roth y Juan Antonio Bayona se pronunciaron en defensa del cine argentino

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El Pendulo
Periodista

En la XI entrega de los Premios Platino en el Teatro Gran Tlachco del parque Xcaret en Riviera Maya, México, la gran ganadora de la noche fue «La sociedad de la nieve», pero el tema recurrente fue el ataque a la cultura del gobierno de Javier Milei. Hubo una acción del colectivo Cine Argentino Unido.

Si bien “La sociedad de la nieve” fue la gran ganadora de la noche al obtener seis galardones (entre ellos, Mejor Película, Mejor director, Juan Antonio Bayona, y Mejor Interpretación Masculina para Enzo Vogrincic), hubo otra manera de mirar la ceremonia del sábado por la noche porque el cine argentino ganó mucho más que un premio: la defensa de sus artistas pero también de extranjeros de peso.

Cuando Cecilia Roth subió al escenario a recibir el Premio Platino de Honor de parte del presidente de EGEDA -entidad organizadora de estos galardones junto a la Federación Iberoamericana de Producción Cinematográfica y Audiovisual-, el teatro se «venía abajo», como se suele decir coloquialmente. Todos aplaudieron de pie. «Entre las decenas de títulos que componen su filmografía hay obras argentinas, españolas, chilenas y uruguayas», recordó Cerezo trazando un panorama del recorrido actoral de Roth, a quien Cerezo definió como «una embajadora de Argentina y de toda Iberoamérica».

La actriz argentina brindó un discurso cálido, pero no dejó de lado el conflicto que vive el país. Recordó que cuando era una niña jugaba con su hermano Ariel, que le inventaba historias que «no tenían nada que ver con jugar a las muñecas ni a la mamá ni al papá».  Jugaba, por ejemplo, a ser astronautas. Pero antes de comenzar el juego, Cecilia le decía a Ariel: «Lo convertimos en verdad». «Entonces, cuando lo convertíamos en verdad, todo eso que estaba pasando, que estábamos jugando en ello, se convertía en verdad», contó la actriz. «Para mí ese juego convertido en verdad es el cine. Nosotros convertimos en verdad las escenas, las historias, los personajes. Construimos una realidad paralela y en esa realidad paralela nos instalamos y creamos un cuento donde nosotros somos uno de los que cuentan ese cuento», explicó Roth.

Luego habló del exilio en 1976, cuando tuvo que partir a España. «Juntando esos dos países que implican también haber atravesado toda Sudamérica, y toda Iberoamérica y tener la suerte de trabajar en los países vulnerables, necesito decir que tenemos que cuidar nuestro cine: siempre está en peligro, en un país, en el otro. Creo que la comunidad iberoamericana es un solo cine: el que habla en español y en portugués. Es un solo cine, un solo país. Cuando uno tiene problemas, hay que estar atento y ayudarlo. No es que esté pidiendo ayuda. Estoy pidiendo que todos tengamos conciencia del lugar que ocupamos en el mundo. El español tiene que escucharse igual que otros idiomas. No siempre se escucha. En nuestro país el problema es grave porque no solamente no se escucha, sino que puede dejar de existir. Estemos atentos, resistamos. Y como cuando era chica, digo: convirtamos en verdad esa lucha, esa resistencia y esos sueños que tenemos por ese cine que hacemos», concluyó Roth. Si cuando subió al escenario, todos se pusieron de pie, tras su discurso, el público se rompía las manos aplaudiendo.

Si para ese momento la defensa del cine argentino se había transformado en bandera de los compatriotas que subieron al escenario, faltaba nada menos que la palabra del gran ganador de la noche: el español Juan Antonio Bayona. Al principio de la gala, las conductoras propusieron que un director le dijera a otro/a dos palabras que tendría que decir en su discurso en caso de que gane un Platino. A Bayona le tocaron no dos sino tres palabras: libertad, cultura y Argentina. Y cuando recibió el Platino a la Mejor Dirección, Bayona señaló primero que él no estaría en ese lugar «si no fuera por un libro que surge de los sobrevivientes de los Andes». «Este premio es el resultado de una carrera y esa carrera empieza porque mis papás me enseñaron a amar el cine. Ellos vienen de un lugar muy humilde y no tuvieron la libertad de poder escoger si estudiar o trabajar», contó Bayona, mientras recordaba que su mamá trabajaba desde los 9 años.

«Precisamente porque ellos no tuvieron acceso a la escuela, para ellos siempre fue muy importante la educación y la cultura de sus hijos. Así que yo estoy aquí gracias a ellos», dijo llorando. Y como faltaba la tercera palabra que debía introducir en su discurso, Argentina, Bayona comentó que «los primeros referentes que recuerdo de Argentina son imágenes de las películas de Adolfo Aristarain y Eliseo Subiela». «El cine es una herramienta de expresión poderosísima y fundamental de un país. Estar en contra del cine es estar en contra de su propio país. Así que Argentina, ¡aquí estamos! No están solos, aquí estamos y arriba el cine unido argentino. Aquí estamos para apoyar», completó el realizador español.

Horas antes de la gala, Bayona había participado de la acción «Cine argentino unido» junto a Cecilia Roth, Dolores Fonzi, Santiago Mitre, Daniel Burman, Pablo Larraín, Alejandra Flechner, Marcelo Subiotto, Enzo Vogrincic, Lila Avilés, Santiago Korovsky, Pilar Gamboa, Lola Dueñas y Alice Braga, entre otros artistas de diversas geografías. Levantaron una bandera argentina con la mención “Cine argentino unido”. También se emitió un comunicado que, entre otros señalamientos, expresa: “El gobierno nacional ha declarado la guerra al sector audiovisual. De forma ilegal se ha desfinanciado, desprestigiado y desactivado una institución fundamental como es el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales”.