Con una travesía que se inició en La Rioja, Cristian Levín recorre el país a lo ancho y a lo largo y participa del calendario del mejor motocross.
«Hice un curso y fui banderillero en el Campeonato Argentino de Motocross, de ahí fui recorriendo todos los pueblos de Argentina», explicó Cristian, que visitó el camión de LMNeuquén y LU5 en la Fiesta de la Confluencia para compartir más detalles de su historia.
Al principio, su amor por las carreras lo llevaba a hacer dedo para trasladarse hasta las provincias limítrofes y presenciar las competencias. Sin embargo, más tarde optó por tener su propio medio de transporte: se compró su primera bici y se propuso conectar las carreras pedaleando, aunque eso lo desafiaba a irse cada vez más lejos.
«Cuando se lo conté a mi familia me dijeron que estaba loco, pero después empezaron a confiar, porque ven que me cuido en la ruta», relató. Con tantos kilómetros recorridos, fue sumando más equipamiento para poder viajar en buenas condiciones hasta la otra punta del país. Así, ahora lleva las alforjas de su bici a tope, y eso incluye el traslado de una colchoneta, carpa, frazadas y hasta cámaras o cubiertas extra, porque un percance en plena ruta puede dejarlo varado por mucho tiempo.
Cristian llegó a Neuquén este fin de semana largo, y tras recorrer más de 1800 kilómetros desde su La Rioja natal. «Salí el 17 de diciembre y voy despacio, frenando», dijo sobre su travesía, que incluyó destinos como Córdoba, pueblos bonaerenses del centro y también de la costa atlántica, además de La Pampa y, ahora, Neuquén. En el viaje, aprovechó a pasar por el Supercross de Pinamar y también por Tandil.
Su objetivo final es llegar a la fecha del mundial de Motocross, que se disputará en Villa La Angostura los días 9 y 10 de marzo. Si bien se habían despertado dudas sobre la continuidad de este evento deportivo, finalmente el gobierno provincial promovió la organización a través de aportes económicos del sector privado, atentos a la cantidad de turismo que moviliza la competencia. La historia de Cristian parece confirmarlo.
El riojano viaja sin demasiados lujos pero con la pasión al borde de la piel. Se vincula con la población de cada rincón, y elige su recorrido en el mapa basado en los cronogramas de carreras. Por eso, aprovechó su llegada a la Fiesta de la Confluencia para dialogar con los neuquinos e invitarlos a la edición 28 del Supercross en las bardas de la ciudad de Neuquén, que comenzaba este jueves y se prolongaba también durante el fin de semana.
Como su visita al recital de Fito Páez se dio por casualidad, se lamentó al saber que no podía ingresar al predio de la isla 132 con eterna compañera, la bicicleta. Por medidas de seguridad, la Policía hacía cacheos en los ingresos y prohibía acceder con objetos peligrosos, como encendedores o cubiertos, o con elementos voluminosos, como reposeras, sombrillas o, en este caso, una bicicleta.
Pese al impedimento, el ciclista se tomó las restricciones con soltura y decidió dejar su equipaje a resguardo para ingresar a pie y saltar con los recitales. Si bien sufrió varios hechos de inseguridad en tantos años de viaje, siempre elige confiar en la gente y no pierde ocasión de mezclarse con los locales y disfrutar de nuevas experiencias, tengan o no que ver con el mundo motor.
«Me robaron ya dos veces la bicicleta, esta es la tercera que me compro», dijo y agregó que, ante cada robo debe reponer no solamente el vehículo sino todos los equipamientos y artículos de camping que lleva en las alforjas. Por eso, juntó peso por peso para volver a ponerse en pie o, mejor dicho, sobre ruedas.
Hoy, Cristian se dedica a trabajar como banderillero profesional, una carrera que pocos eligen porque demanda mucho trabajo que no siempre es bien recompensado. Sin embargo, ante la falta de profesionales en el rubro, su perfil suele ser muy demandado, sobre todo porque se supo ganar el corazón de los organizadores de eventos a lo largo del país.
Tras su llegada a Neuquén, lo recibieron en el circuito de Motocross, de la barda neuquina donde va a desempeñarse como banderillero. Después de la competencia, saldrá otra vez de viaje, pero esta vez lo hará con destino a Villa La Angostura, donde estará presente en otra fecha de la competencia mundial.
Para Cristian, este viaje no será su primera experiencia en las competencias internacionales. Ya viajó a Uruguay y a Bolivia para participar de carreras de los circuitos nacionales de esos países y dio el presente en otras dos fechas anteriores del mundial. Sin embargo, muchas veces depende de la solidaridad de aquellos que se cruzan por su camino y que se conmueven al saber cómo destina todos sus esfuerzos a vivir su pasión con total intensidad.
«Ahora voy a trabajar en el circuito y después estoy buscando que me ayuden a llegar a Villa La Angostura, porque tengo que equipar un poco más la bici», dijo y agregó que su objetivo es salir después de la carrera neuquina para recorrer las rutas de la provincia y así, pedaleando, llegar a vivir su pasión en la fecha más importante de Argentina para los fanáticos de este deporte.
Fuente: lmneuquen.com.ar