La violencia policial e institucional, en un documental: presentaron “Un Ángel llamado Belén”

analia yoma
Analia Yoma
Periodista

“No me dormía hasta que llegaba”, contó su mamá; pero esa noche Belén no llegó y la tuvieron que ir a buscar porque la había matado un policía a la salida de un baile en la localidad de Aimogasta, departamento Arauco. “Un ángel llamado Belén” es una producción del documentalista Fabián Pérez Battaglini, quien cuenta la violencia policial e institucional que terminó con la vida de esta joven de 18 años, el 20 de noviembre de 2011.

El documental fue presentado en Aimogasta y este lunes pasado en el Espacio 73, donde estuvieron presentes la vicegobernadora Florencia López -que es una de las entrevistadas en la producción-, sus amigas y Ruth Borda, la abogada querellante en la causa.

A Belén la mató el oficial de policía Mario Lucero. Un teatro lleva hoy su nombre y un cartel de señalización que simboliza la lucha contra la violencia institucional por Memoria, Verdad y Justicia de la campaña “Argentina unida contra la violencia institucional”, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, recuerda el doloroso suceso que levantó al pueblo en contra de la policía.

“La adolescente había concurrido a una fiesta con un grupo de amigos y fueron expulsados luego de una pelea ocurrida dentro del lugar. Mientras Belén asistía a uno de sus amigos que había sido golpeado por la policía, recibió un disparo en la cabeza. El hecho provocó una pueblada en reclamo de justicia y castigo a los culpables. En mayo de 2014, Lucero fue condenado a 8 años de prisión por el homicidio de Belén”, reza el cartel emplazado en el corazón de la localidad.

A lo largo de documental se puede observar cómo pasó más de una década y cada una de las personas entrevistadas, que construyen este relato, recuerdan a la joven con cariño, amor y no ocultan sus lágrimas, ni la impotencia de saber que no hay modo de revertir la muerte. Es que el tiempo pasa, pero el dolor sigue, quizás puede transformarse porque no alcanza la reparación alguna ante la pérdida de una hija, una hermana, una amiga, una joven integrante de una comunidad a la que le gustaba bailar folclore que encontró la muerte una noche que se suponía terminaría como cada madrugada durmiendo en casa después de haber ido a bailar con sus amigas. Luego del juicio y  de la sentencia la familia recibió dinero y determinó destinarlo en parte a la Iglesia y otra a la compra de un telón del teatro. Lo cuenta su familia.

El documental de Battaglini registra uno de tantos casos de violencia institucional y policial que en plena democracia ocurrieron y ocurren en el país y sobre el estado asumir el compromiso para que la violación de derechos humanos no suceda más. “Visite un amigo en Aimogasta y sentado en la plaza vi el nombre del teatro y empecé averiguar quién era, luego me contacté con la familia, con Florencia y a partir de allí María Belén me iluminó para que esta noche se haga realidad. Lo que cuento es el horror que hizo este hombre de ponerle una escopeta a esta chica”, dijo en la presentación.