Condenado a 10 años de prisión por abuso sexual, privación de la libertad y robo

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El Pendulo
Periodista

La condena es en cumplimiento efectivo y responde a un hecho registrado en el año 2016. El delincuente está acusado de «abuso sexual simple, privación ilegítima de la libertad y robo calificado por el uso de arma en Concurso ideal”.  

El Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial, integrado por Sara Alicia López Douglas, Karina Daniela Cabral y Gustavo Farías, resolvió declarar a Diego E. D. como autor penalmente culpable y responsable de los delitos de «Abuso sexual simple, privación ilegítima de la libertad y robo calificado por el uso de arma en Concurso ideal”, y condenarlo a la pena de diez años de prisión de cumplimiento efectivo.

Este lunes, en la sala de audiencias de la Cámara Tercera, la secretaria Sofía Bracamonte llevó a cabo la lectura de sentencia en contra de Diego E. D., ante la presencia del fiscal Dr. José Oliveros Icazatti, los abogados querellantes Marcos Rodríguez y Ana Astorga, y los defensores públicos Mauricio Pérez Mota y Analía Ramallo Parco Parisi, junto al condenado.

En ese marco y tras la lectura de la pena, la Secretaria mencionó que el condenado fue declarado reincidente por segunda vez.

Además, indicó que el Tribunal declaró que el presente caso, en lo que refiere al delito de abuso sexual simple, se enmarca como “Violencia en Contra de la Mujer”.

Asimismo, informó que el Juzgado de Ejecución Penal, deberá arbitrar los medios necesarios, para someter al condenado a un examen de diagnóstico de adicciones y, en caso positivo, deberá brindarle un tratamiento médico-psicológico durante el periodo de privación de libertad.

El hecho sucedió el 14 de agosto del 2016 en una vivienda ubicada en el Barrio Hábitat Este de la ciudad de La Rioja. La víctima, una señora de 52 años de edad, se encontraba en su habitación cuando ingresó el condenado y la amenazó de muerte con un cuchillo tipo tramontina y una pala, exigiéndole que le entregue dinero. Luego le ató las manos con un cable de computadora mientras le daba golpes de puño en la cara, amenazándola con que la iba a matar y violar. Tras aprovechar un descuido del condenado, la víctima logró salir a la calle y pedir auxilio a sus vecinos, mientras que el atacante se escapó del lugar.