Argentina logró la tercera Copa del Mundo con Lionel Messi como máximo referente dentro y fuera de la cancha. La Copa le devolvió alegría a la Argentina futbolera y a la otra también; y, además, terminó para siempre con la comparación Messi-Maradona. Ahora no queda nada que medir.
«Lio» hizo un mundial a su medida, lo ganó de punta a punta, y más allá de que en algunos momentos haya sobrevolado la imagen del «10», sus liderazgos son incomparables, y en este mundial, la imagen del Capitán de la Selección quedó tatuada en cada argentino.
El título de Campeón del Mundo para Argentina y Lionel Messi es la acreditación que faltaba y quizás la que necesitaba «la patria futbolera» para consolidar, entronar y consagrar definitivamente al rosarino ante el mundo; y, especialmente en Argentina, como el «Rey» del Fútbol, el «Messias» de la pelota, y como el jugador al que siempre se acudirá entre plegarias para lograr un triunfo nacional.
La Copa del Mundo consolida a Lionel Messi, y ahora cada argentino se desprenderá de la imagen de Diego Maradona para siempre. Lo que hizo el «10» quedará en los mejores recuerdos de la Selección, y por eso todo el mundo lo llamó «D10s» y ahora tiene su lugar de privilegio en el cielo futbolero.
En la tierra está y estará Lionel Messi, no hay ni tenemos más, solo él. Su perfil nos acostumbró a acompañarlo y exigirle siempre más.
Ahora, sabemos lo que puede y tiene para dar, sobre todo, que más allá de su «toque distintivo», se apoya en el equipo, en sus compañeros; esa es la primera acción que lo hace el mejor del mundo: juega en equipo, si no está él, aparece otro y soluciona…aunque siempre esperamos que aparezca y en dos jugadas, nos de la alegría que buscamos.
Podemos afirmar que la actuación de Messi en Qatar, y lo que viene ratificando con la Copa América, la Copa Finalissima, más los dos subcampeonatos en América y el subcampeonato del mundo, permitirá a cada argentino no estar sujeto a la permanente evocación de la imagen divina de Maradona, y sí, tener cada vez más presente la presencia, el juego, el talento y toda la personalidad de Messi. Solo nos preocuparemos por sentir y saber que Lionel está en cancha.
Lionel Andrés Messi es argentino, tiene la «10» de la Selección, es el mejor jugador del mundo, y ahora es él en quien nos encomendamos para jugar y ganarle a cualquier equipo del planeta. Está él, es él, y con la Copa del Mundo en sus manos, y nuevamente en Argentina, la «10» está blindada y «D10S», desde ahora estará descansando en paz todos nuestros corazones.