Socioadicciones: una alerta roja en el tablero de la socialización

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El Pendulo
Periodista

En vísperas de la salida de una pandemia que evidencia cambios en muchas cuestiones a nivel de socialización, aparece una alerta en el tablero que -con algunas patologías- siempre estuvo allí y que -con otras- muestra nuevos diagnósticos de los flagelos de la modernidad.

 

Las “Socioadicciones” son definidas como aquellas dependencias que no tienen que ver con químicos, y si tienen que ver, con conductas repetitivas y nocivas para las personas. Ejemplo de ello es la ludopatía, y más cercana en el tiempo y avanzada en tecnología es la dependencia a las pantallas cualquiera fuese el dispositivo de uso.

La licenciada Marcela Bolomo, coordinadora del D.A.S. (Dispositivo de Asistencia en Socioadicciones), explicó al “El Péndulo”, que “el Dispositivo se ocupa de aquellas adicciones que no tienen que ver con el consumo de sustancias, sino con uso indebido, compulsivo de aparatos tecnológicos como teléfonos celulares, computadoras y tablets. Además, abordan temas como la pornografía, ludopatía, actividad sexual incontrolada y compras compulsivas en red”.

“El D.A.S. está compuesto por un equipo interdisciplinario desde el 2016, el cual integran dos psicólogos, un psiquiatra y tres trabajadoras sociales”, precisó la especialista.

Cuántas veces escuchamos alguien decir: “me siento mucho mejor luego de ir de compras”; o en casos más extremos y de mayor poder adquisitivo: “estoy deprimido o deprimida, me voy a comprar unas cosas para mejorar el ánimo”.

Casos más graves es dejar el salario en lugares de juego como casinos, donde hay tragamonedas u otros juegos que provocan, científicamente comprobado, adicción. Es muy desmotivador ver, en tiempos del trabajador de casino o más comúnmente conocido como “fichero”, atender la ruleta y observar la amargura de los apostadores al reprocharte que no “les diste suerte”. Como si el azar dependiera de la suerte y no de las estadísticas.

Profundizando, avanzaremos en el caso del uso de dispositivos móviles en cualquier de sus funciones, ya sea computadora, celular, tablet, tanto en las infancias, juventudes y adultos.

“Las socioadicciones se acrecentaron en pandemia”, explicó la profesional, ya que el uso permanente de conectividad y el aislamiento hizo que la comunicación cara a cara se pierda. “El D.A.S. busca dar asistencia y salvaguardar la integridad de los individuos”, anticipó Bolomo al explicar que desde ya se están programando abordajes, por ejemplo, “durante la pandemia, la problemática se agudizó afectando sin excepción a adultos, niños y adolescentes”, dijo.

 Equipo del Dispositivo
Equipo del Dispositivo

 

Alertas

Bolomo destacó que para detectar este tipo de adicciones se debe poner énfasis y observar actitudes tales como cambios en el sueño y alimentación, ansiedad por permanecer conectado, aislamiento, bajo rendimiento escolar y problemas en el lenguaje. “Advertimos claros signos de abstinencia en infancias de 8 o 9 años”, dijo.

Estamos a tiempo

Desde el D.A.S. se están organizando acciones de acercamiento en establecimientos educativos con los adolescentes, padres y profesores. Al respecto, el Dispositivo está diagramando una serie de talleres que se llevarán a cabo en la escuela I.A.E.S., el 28 de septiembre próximo, para estudiantes, docentes y tutores de primero y segundo año de secundaria, referido al uso incontrolado de teléfonos celulares.

También estarán presentes en la «Federal Cup», que se llevará a cabo este fin de semana en el Superdomo, donde confluirán gamers (jugadores de videojuegos online) de distintos niveles y cuyo cierre estará a cargo del conocido trapero Rusherking. Allí, los especialistas presentarán una serie de talleres referidos al tema, para que los y las presentes puedan tomar conciencia de la realidad de vivir atado, vinculado o conectado 24/7.

En resumen, las socioadicciones estuvieron y están más presente que nunca. En Argentina los índices son manifiestos y las evidencias están en clase, en los grupos de amigos y amigas, en la mesa familiar; en silencio están y aparecen en otros lugares, hasta que ya es demasiado tarde.

Es responsabilidad del Estado, pero principalmente de padres y madres, atender a las infancias y juventudes en sus procesos de formación pedagógica y en tiempos de ocio, para que la conectividad se transforme en algo positivo y no en algo que pueda interferir en la cotidianeidad.

El Péndulo propone aportar desde su contexto para que no haya generaciones de cabezas inclinadas, ignorando su entorno, caminando casi sin rumbo, donde las tecnologías avanzadas son utilizadas en personas indiferentes.